LA MÁQUINA

Ayer no pude dormir ni siesta ni pre-siesta porque cuando llegué de la ciudad con las compras, ¿quién me estaba esperando desde hacía una hora, y dentro de su carro, fuera del portón porque Shrek (qué digo, mi ex –sapo) no la había mandado a pasar adelante? Pues la mujer elegante que el sábado dijo que vendría el lunes y el lunes vino pero yo estaba durmiendo mi pre-siesta y Shrek le dijo que yo había ido a hablar con mi contador. Total le dije que por mil mensual no le podía alquilar y si ella quería podría alquilarle por 400 semanales para abrir solamente 4 días por semana. Entonces estuvo de acuerdo y se llevó un borrador de contrato para que su novio que es abogado lo pasase a limpio. Claro, todo eso después de dos horas sentadas en el sofá discutiendo. Cuando caminando con mi vecina se lo conté, ella casi se puso brava diciendo que un local prácticamente lujoso en el Centro Comercial atrás de la Iglesia Santa Teresa era 700 mensuales y casi todos estaban desocupados, que yo estaba pidiendo muy caro. Entonces yo sí, me puse brava, y le dije que por menos que eso no iba a vivir apretada dentro de un huevo además de que mi fusquiña Fifío (escarabajo 1969) tendría que quedarse a la intemperie. Claro, me dio rabia porque ella no le da valor a la vista espectacular que tiene mi casa aunque la mayoría de las veces esté nublado, y otras ventajas ya que los centros comerciales cierran a las diez de la noche. En la ciudad revelé una foto de mi hijo carioca (con un tomate en la lengua) y mi hija mayor el mes pasado en Barcelona (España) y se la mandé por correo a mi nieto y en el mismo sobre, para mi nuera, una copia del E-mail que mandé en su nombre al Ministerio de Educación pidiendo los resultados de los exámenes que hizo para terminar el bachillerato. Pobrecita, ella es muy seria y esforzada y a mí me parece que es bonita y sobre todo muy aseada además de excelente cocinera, lástima que nadie es perfecto y por lo visto ella es una especie de máquina registradora y lo único que la mueve y conmueve es el dinero. Shrek dice que todas las mujeres somos así.