miércoles, 30 de abril de 2008

LA LUNA


Ayer terminé de leer el libro “Wittgenstein!” de Contador Borges, pero lo empecé inmediatamente a leer de nuevo porque mi vecina y mejor amiga me lo pidió prestado y no quiero que, cuando ella lo comience a comentar conmigo, piense que soy una burrita (aunque ella considere que los animales sean superiores a los seres humanos. Pero me siento burra cada vez que me acuerdo interrumpí mi curso de Desarrollo Rural y regresé a Venezuela estando en Inglaterra embarazada de mi hijo menor quien hoy tendría nacionalidad británica y dos años después también me comporté asnalmente regresando a Venezuela estando en Brasil embarazada de mi hija menor, sólo porque no aguantaba más lavar los vasos que ensuciaban mi 4° marido y sus amigos en las fiestas de 3 días y 3 noches seguidas que él hacía regadas a aguardiente y marihuana. No sé qué me pasaba que cuando estaba embarazada como que perdía la cabeza. Menos mal que gracias a Dios ya me vino la menopausia y desde entonces es que disfruto de la vida porque hasta entonces mi vida fue un tormento. Pobrecitos todos mis ex -maridos a quienes sin querer hice sufrir muchísimo y claro, pobrecitos mis hijos a quines es hice un daño irreparable. Por cierto, en el programa “Fantástico” del domingo pasado hubo un cuadro llamado “sexo opuesto”donde un tipo quiere tener y anda buscando 4 novias que así como las fases de la luna estén en la fase de ovulación en semanas diferentes ya que las otras tres fases de la mujer son la de la tensión pre-menstrual, la de la menstruación y la otra se me olvidó cuál, pero las mujeres, -antes de la menopausia-, solamente son soportables en una única semana del mes que es cuando, por estar ovulando, creen que su marido es maravilloso, aunque no le sea, lindo y bello aunque sea horroroso, le perdonan todos sus errores y vicios y los aman). En la tarde fui a caminar con ella y antes le devolví las ollas que me había prestado para la fábrica de mermelada y le conté muy triste que a mi ex -sapo no le había gustado la mermelada y encima me había recomendado que me comiera yo sola el contenido de todos los frascos porque a nadie le iba a gustar eso.... Pero mi amiga me convenció para que perseveráramos hasta el séptimo error. Ojalá que la otra socia, Doña Rita Caldo de Cana también esté de acuerdo

martes, 29 de abril de 2008

LA MERMELADA


Ayer, por fin, fue el día glorioso de la inauguración , por dos semanas postergada, de la fábrica de “Mermelada Suiza” cuyos socios-propietarios son: mi vecina/mejor amiga/psico-analista y gran cocinera, doña Rita-Jugo-de-Caña y yo. La manufacturación es mi responsabilidad; Doña Rita fornece la materia prima y mi vecina las ollas y frascos. Yo estaba entusiasmadísima y mi vecina decía: “cuidado, eso significa ‘fuego de paja’”.... A las 8 de la mañana ya estaba Doña Rita moliendo la caña. En 10 minutos me entregó 8 litros de jugo para que yo trabajara (mi ex –sapo dijo que para que yo jugara) hasta la una y media de la tarde en la cocina, hirviendo los frascos, los limones y el jugo de caña, cortando, planchando y deshilando las telitas para pegar en las tapas (y no se notase que estaban oxidadas), etc. Total, inventé eso porque adoro comer pan con mermelada al desayuno y después del almuerzo pero los brasileños no son muy adeptos a mermeladas y menos amargosas como la que hice de limón, por lo que no se la encuentra en ningún supermercado. Salieron 4 frascos de un líquido muy aguado que coloqué en la nevera para que cuajara la gelatina. Entonces me fui a dormir y después almorcé y me arreglé para salir con mi ex –sapo a la ciudad para comprar lo de siempre además de los ingredientes para los ñoquis y lentejas de la brujería de mañana para que nuestro dinero sobre. Al regresar de la ciudad, ¡Qué decepción!, todo seguía igual dentro de los frascos. Errar es natural: la gelatina había hervido como media hora y no podía ser así. Pero fui muy feliz sintiéndome productiva y no, como vive acusándome mi ex –sapo, siendo un parásito de la sociedad, aunque muchas personas piensan y hasta tienen valor de decirlo, que él es mi gigoló o que yo lo mantengo. Tal vez tengan razón, aunque él con su trabajito de herrero gana 3 veces más que yo con mis rentas de las antenas de rastreo, mi pensión o jubilación venezolana (aunque hasta ahora no la he podido usar) y el estacionamiento en mi terreno de la furgoneta de Doña Rita-jugo-de-caña. Mi hijo carioca dice que la culpa de nuestro desequilibrio financiero es el vino. .. ¿Será?

domingo, 27 de abril de 2008

ÑOQUIS


Hoy, en mi programa predilecto de TV (Globo Rural que comienza a las 8 de la mañana), vi algo que me dejó impresionadísima: ¡una viejita de 88 años cultivando, sin ayuda de nadie, una huerta productiva, mayor que la mía! Claro, era japonesa aunque la huerta está en Brasilia, capital de Brasil, y fue la primera huerta de esa ciudad (siendo que la primera cosecha fue ofrecida al entonces Presidente Juscelino Kubitschek (1902 1976)) . Decidí, pues, trabajar todo el día en mi huerta así como mi papá trabajaba todos los domingos en su rosal en Corralito, donde tenía rosas de todos los colores, hasta negras, y de todos los países del mundo que le regalaban los jaladores de mecate. Y decidí trabajar en mi huerta de la misma manera que hice el Camino de Santiago con mi hija y mi nieta morenas, que caminábamos una hora después de la cual descansábamos diez minutos sentándonos sobre una especie de mantel, quitándonos los zapatos, comiendo algo y finalmente haciéndonos masajes con loción para pies. Pero después pensé que en vez de trabajar solamente en la huerta, podría trabajar en el “área agropecuaria”, pintando las paredes del castillo de las gallinas, mojando las 19 plantas que tengo dentro de casa en sus respectivos potes y en una caja de huevos sin huevos pero con tierra, más de 20 brotes de tomate, escribiendo el informe sobre mi área agropecuaria, etc. Total en la huerta solamente trabajé una hora. En la tarde dormí mucho y conversé con mi vecina/mejor amiga/gran cocinera y me contó que sus amigos más ricos tienen la manía de comer, -el último día del mes-, ñoquis con lentejas en un plato debajo del cual colocan un billete de un dólar que después guardan en la cartera pero no lo usan. Volví corriendo a mi casa y anoté en la lista de compras los ingredientes para hacer ñoquis pasado mañana.

sábado, 26 de abril de 2008

LA NEVERA


Hoy, como todos los sábados, mi ex –sapo y yo fuimos a la ciudad para ir a la misa de las 6 de la tarde, pero que, como estamos en otoño, no es de la tarde sino de la noche, y antes de la misa vamos al supermercado y compramos lo que necesitamos para dos días: que si vino, que si pan, etc. Yo estaba toda entusiasmada porque pensaba pagar con la tarjeta de crédito que mi hijo mayor me había actualizado ayer, sin miedo de que extrañasen que la tarjeta fuese de otra persona (mi hijo carioca) ya que en ese supermercado me conocen muy bien desde hace mucho tiempo, pero, cuando fui a pagar, apareció en la pantalla de la caja las palabras: “no autorizada”. ¡Ay!, ¡Qué decepción! Menos mal que ya tenía preparada la otra tarjeta, la de siempre, la mía propia, pagué y nos fuimos a misa. En la mañana había ido a mi capillita y agradecido mucho por la actualización o activación de la tal tarjeta venezolana. Al regresar de mi capillita desayuné leyendo “Wittgenstein!” y supe que él y Hitler habían sido colegas en la misma escuela, ambos austriacos de Viena. Por cierto, el libanés escritor de “Terrorismo legalizado” tiene pinta por lo que escribe de ser nazista y creo que se puso bravo conmigo porque le dije que no traduciría su libro por ser demasiado trágico y me sentí muy mal, con náusea, cuando leí el principio del capítulo 3. Hoy pinté la puerta de hierro del castillo de las gallinas que mi ex –sapo colocó. También dejé limpiecita por fuera la nevera pequeña. La grande, que es enorme y nos la regaló mi vecina y mejor amiga pero gasta mucha electricidad, sólo la usamos como tal cuando hay fiesta. Mientras tanto es armario de envases de plástico y paquetes sin estrenar de comida seca.. Antes de entrar en el supermercado fuimos a la agencia de lotería y jugamos para el sorteo que ocurrió a la hora en que comenzó la misa. Bueno, voy a conectarme a la Internet ¡para $aber $i ganamo$ o, mejor dicho, $i mi ex –$apo ganó (porque hice la apuesta con el dinero que él me dio, fruto del sudor de su frente, pobrecito).

LA MESA DE TRES PATAS


Ayer, cuando me desperté de mi pre-siesta como a las 4 de la tarde (aproveché para dormir bastante porque mi vecina no podía ir a caminar), prendí mi celular e inmediatamente tocó un aviso de mensaje y cuando lo abrí, ¡aleluya!, no podía creerlo, al fin, mi hijito mayor, después de 19 llamadas (para que le soplara las respuestas a las preguntas que le hacían para activar la tarjeta de crédito de un banco venezolano que mi hijo carioca me regaló antes de irse a España), había conseguido activarla. Ahora tendré que esperar que envíen la clave por correo a casa de mi mamá... Estoy felicísima y ando como loca limpiando todo lo que veo sucio, porque no es posible que sea simple coincidencia todo lo bueno que me está pasando desde que comencé a aplicar seriamente ese tal de Feng Shui. Después, de noche, mi hijo mayor me llamó para contarme sus peripecias cuando no sabía las respuestas y nos reímos a carcajadas. Me preguntó que cómo iba a gastar el dinero y le dije que antes de irme a Venezuela quería terminar el castillo de las gallinas. Entonces me dijo que no, que primero pagara los impuestos y las deudas y después me pusiera a jugar de armar castillitos. Y pensar que en la mañana yo había ido al correo a ponerle una carta a la suegra de mi sobrina sevillana y no tenía suficiente dinero para las estampillas ni se podía pagar con cartón de crédito. Voy a tratar de controlarme y seguir los consejos de mi hija menor y dejar guardado algo. En la tarde por E-mail le conté a ella que en The Secret había visto que para obtener lo que uno desea hay que hablar, escribir, actuar y sobre todo sentir como si ya ese deseo estuviese en la palma de la mano de uno. Debe ser una combinación de esa sensación junto con la eliminación del mugre, y como lo único que hago siempre es orar y orar, entonces debe ser algo así como una mesa sostenida por tres pATAS. Por lo menos a Dios y la Virgen les puedo hablar y decirles: ¡GRACIAS, GRACIAS DIOS MÍO, GRACIAS VIRGENCITA ¡.

viernes, 25 de abril de 2008

MAYO EN ABRIL


Ayer cuando llegué a las nueve de la mañana al taller de herrería de mi ex–sapo (que queda al lado de mi casa), casi me desmayo, pues las "Flores de Mayo" de la entrada ya se habían abierto a pesar de que todavía estamos en Abril. Entonces regresé a mi casa a buscar la cámara y, extasiada, les tomé una foto. Después agarré una escardilla y me fui a la huerta con mi ex–sapo que, como siempre, no quería ir, pero fue y me ayudó a limpiar uno de los 19 caminos que hay entre las 18 camas que la componen. Estuvimos allí una media hora después de la cual me fui a desayunar y él se fue a la ciudad a hacer compras. Entonces mi vecino Beto me trajo el CD con la película Soylent Green que yo quería mucho ver porque a pesar de que fue hecha hace 40 años, se trata de un asunto en actualidad, pues Lula el presidente de Brasil prohibió la exportación de arroz y el ejército será colocado en los puertos para garantizar su orden y evitar la escasez de alimentos aquí. Y en vez de terminar la limpieza de las otras paredes de la cocina, me puse a ver la película aprovechando que no estaba mi ex –sapo para llorar de envidia porque supuestamente él trabaja muchísimo y yo no hago sino leer libritos, chismear caminando con mi vecina, tocar mi piano desafinado, ver películas, etc. En la tarde casi de noche tocó el teléfono y, sorpresa, era mi hijo mayor, todo alegre, feliz y contento, sin prisas, y dispuesto a actualizar la tarjeta de crédito que me regaló mi hijo carioca. Total que tuvo que llamarme unas 5 ó 6 veces pues siempre le preguntaban algo que él no sabía sobre su hermano, como por ejemplo la fecha de nacimiento, y otras preguntas que el banco tramita por seguridad. . Y todo para DEPOSITARME en esa cuenta lo que necesite. ¡AY! No lo podía creer. La magia Feng-Shuisiana estaba comenzando a resultar, gracias a Dios. Hoy redoblaré mis esfuerzos de aseo absoluto para ver si conseguimos terminar de actualizar la tarjeta de crédito y también tendré que llamar a mi hijo carioca por teléfono para preguntarle algo que el banco pregunta pero ni yo sé la respuesta.

jueves, 24 de abril de 2008

LA PARED


Ayer, en este Estado de Río de Janeiro, fue un día feriado por ser el día de San Jorge, el santo guerrero. Me pregunto si todavía estará, en la plaza principal del Asentamiento Campesino San Jorge (muy cerca del pueblo de Caruao, Estado Vargas, VENEZUELA), una estatua tamaño natural de San Jorge sobre su caballo que yo hice en bajo-relieve para pagar una promesa a San Jorge si salvaba el asentamiento de desaparecer bajo las aguas de una represa que abastecería a Caracas. El milagro fue por allí por 1978 y la promesa la cumplí unos seis años después. Nunca más volví a aquel lugar. Pero bueno, lo más sabroso, delicioso que me sucedió ayer fue tomar baño después de haber estado toda la mañana en la cocina limpiando la pared principal que hacía un año y medio que no la limpiaba. Yo sentía como si la mitad de aquel mugre se hubiese transferido para mi cabello, rostro, brazos y ropa. Creo que ahora sí, según la teoría Feng Shuisiana que me enseñó mi primo Nelson, estoy bien encaminada para ganar la lotería o por lo menos dinero suficiente para salir de mis deudas y terminar el castillo de las gallinas, aunque las otras paredes de la cocina, -que yo sí había limpiado hace casi un año-, ya están de nuevo sucias. Y las ventanas también están horribles. Probablemente tendría tiempo para dejar y mantener mi casa limpia si no hiciese una hora de gimnasia diaria, y si no saliese para caminar todos los días una hora y media con mi vecina, y si no tocase todos los días una hora de piano, y si no y si no, y si no... Comencé a leer el libro titulado “Wittgenstein!” de Contador Borges (Ed. Iluminuras Ltda. São Paulo, 2007) en portugués que me dejó prestado mi hija menor cuando estuvo aquí. Ella tiene ideas marxistas pero da consejos burgueses, como que me separe de mi ex–sapo por ser él un tipo de baja extracción lo que me perjudica socialmente. Pobrecito, pero de que me provoca librarme de él, me provoca. Claro, de común acuerdo, de una manera pacífica. Y mientras tanto... empujo ese asunto con la barriga como empujé más de año y medio la limpieza de la pared principal de la cocina.

miércoles, 23 de abril de 2008

INSENSATEZ



Ayer martes, comparado con los tres días anteriores, fue un día azul claro, casi gris, en el que me parece que no hice absolutamente nada sino arreglar la cocina que se encontraba en estado caótico después de la visita de mi hijita menor y nuestro amigo Samuel, dueño de parte de la PETROBRÁS y de otras empresas no tan importantes. En eso estuve toda la mañana así como llamándolos por teléfono pero solamente al mediodía fue que él me retornó la llamada para decirme que podía ir a Venezuela conmigo a principios de Junio porque le salía el pasaje gratuito gracias al sistema de millas. Es tan pichirre que si no fuese así, no iría. Y yo, que también soy pichirre, quiero ir después del día 5 que es cuando cumplo 65 años y podré viajar también gratuitamente por ley de la edad pero....no en avión sino en autobús. Lástima que no tengo el mismo vigor y la misma insensatez de hace 20 años cuando hice ese viaje junto con mi 4° marido y mis 4 menores hijos en una combi furgoneta de pasageros VW 1078 saliendo de aquí el 1° de Diciembre de 1985 (a las 8 de la noche después de habernos comido la torta de cumpleaños de mi hijo menor) y 22, veinte y dos días después llegamos a Los Teques tan tapuzados de polvo y hediondos que mi mamá no sabía quienes éramos por no reconocernos. Y lo peor, al llegar allá no había agua y tuvimos que ir a bañarnos a Caracas en casa de mi primera suegra que le dijo a mi cuarto marido que él era “un santo”. Y realmente viéndolo bien ahora después de tantos años separados (los 18 que tengo con mi ex –sapo), mi primera suegra era muy sabia.

martes, 22 de abril de 2008

LA YEGUA



Ayer, después de que desayunamos a las once de la mañana con crepes de espinacas, mi hija menor, nuestro amigo Samuel y yo (porque mi ex –sapo estuvo todo el día en la cama enratonado), nos fuimos a la capilla de Nuestra Señora de los Vientos que está en el pico del primer cerro de la cordillera de Los Inocentes. Samuel me preguntó que quién había hecho los escalones (500, de lajas y adoquines de piedra) y entonces le conté la historia de mi retorno a Dios, pues durante 20 años había sido atea, pero una noche en que estaba yo sola con mis 4 hijos menores pequeñitos, comenzó a ventar tan fuerte que llegó un momento en que vi mi vida y la de mis hijos amenazada a tal punto que, en una súplica desesperada e inconsciente, levantando el brazo derecho dije “Virgencita de la Consolación de Táriba, detén ese viento y te prometo construir una capilla en el pico de esa montaña (al pie de la cual estábamos mis hijitos y yo), y milagrosa e instantáneamente el viento PARÓ, después de haber estado furioso durante 6 horas seguidas atormentándome queriendo derrumbar la casita que el propio Samuel nuestro amigo había construido unos dos años antes. Cuando regresamos de la capilla almorzamos y después del almuerzo nos fuimos a la feria de El Alto, donde mi hija anduvo a caballo y yo, de tacón alto, corrí junto con ellos para tomarles fotos. Descubrimos que una de las yeguas que alquilaban se llamaba igual que mi hija menor. Después volvimos para la casa y tomamos café, ellos cargaron la nave y se fueron a São Paulo y me dejaron aquí abandonada y triste pero con una sonrisa de oreja a oreja por lo que corriendo me fui a caminar con mi vecina/mejor amiga/psico-analista/gran cocinera e hija de padre y madre japoneses y entonces me deshice en lágrimas.

lunes, 21 de abril de 2008

LA NAVE


Ayer, en la fabulosa nave espacial, perdón, escapad, Peugeot 2008 de color rojo intenso de nuestro amigo Samuel, nos fuimos él, mi hija menor, mi ex–sapo y yo, a Magé, una ciudad a 30 kilómetros de aquí. Y como llegamos en 2 minutos porque el loco andaba a 180 km. por hora, por lo que bajamos la sierra (de mil metros sobre el nivel del mar hasta 200 metros) a mis súplicas de que “un guerrero de la luz nunca tiene prisa!”, y él respondía preguntando “y un guerrero de las tinieblas??”... pues se me taparon los oídos, de una forma que me parecía que mi cabeza quería explotar, por lo que pensé que habría disfrutado mucho más el paseo si hubiésemos ido en mi Volkswagen escarabajo 1969 verde, a 60 kilómetros por hora, pero gracias a Dios después de la primera cerveza en el bar “Refugio del Bacalao” se me pasó todo. Comimos y bebimos muchísimo y al final creo que se equivocaron en la cuenta porque me pareció baratísima (R$ 48,oo = USD 30.oo) y también conversamos muchísimo porque Samuel es realmente un victorioso, y tiene conocimientos muy buenos sobre bolsa de valores pero también de historia de la humanidad, nos dio un aula magistral sobre el surgimiento de la burguesía en la Edad Media y además nos mostró su barriga negativa tal y cual la tenía mi ex–sapo cuando lo conocí, pero la de Samuel es toda peluda (¡Ay, no entiendo cómo mi hija no lo quiere pobrecito porque él la adora!) y salimos de allí casi a las 11 de la noche, escuchando un CD maravilloso de unos músicos cubanos (Bella Vista Social Club) que fueron descubiertos por un turista gringo. Después ellos quisieron salir de nuevo pero les dio frío y pereza y como tenían una botella de litro y medio de un aguardiente que parecía whisky escocés pero más sabroso y delicado, se quedaron bebiendo y comiendo unos bocadillos = sandwichs que hice de queso con lechuga, tomate y ajo y adoraron. Entonces seguimos conversando hasta la una de la madrugada y él se esforzó tanto para convencerme a que bajara el precio de venta que le puse a mi sitio (750 mil dólares) que estoy sospechando que es él quien terminará comprándome el sitio, aunque yo no di mi brazo a torcer y además le repetí que un guerrero de la luz, jamás tiene prisa.

domingo, 20 de abril de 2008

EL CONCIERTO


Ayer, estaba yo en la cocina haciendo mi paté de espinacas como a las 8 de la mañana cuando oí que el teléfono estaba tocando. Salí corriendo a atenderlo pensando que sería mi vecina pero me quedé sorprendida cuando oí una voz femenina que dijo “mamá”. Le pregunté si era mi hija morena y me dijo que no, que era mi hija menor para decirme que estaba saliendo para acá de São Paulo en ese momento y que vendría con nuestro amigo Samuel. Me puse contentísima y claro, fui a contárselo a mi ex –sapo quien se puso furioso diciendo que ese Samuel no le caía ni un poquito bien y que me olvidara de llamarlo para compartir la misma mesa. Entonces le dije que a mí, no sólo me caían mal todos los miembros de su familia sino que me daban asco y ni por eso era antipática con ellos cuando venían de visita. Pobrecito, se quedó un rato en absoluto silencio y me dijo las últimas palabras que le escuché el resto de ese día: “.. y tardaste 18 años para contármelo?”. Después me fui a mi capilla a rezar para que a mi hija mayor y mi yerno les vaya bien en la nueva audiencia judicial que tienen el lunes y le pedí perdón a Dios por ser tan mala con mi pobre ex–sapo. Pero cuando regresé de la capilla él había dejado limpísimos el cuarto y el baño de los huéspedes e incluso me acompañó a la misa de las 6 de la tarde de todo sábado, pero todo el tiempo sin hablarme ni una palabra. En la noche llegaron mi hija y Samuel y él los recibió y trató muy cortesmente, pedimos una pizza gigante que nos comimos al lado de la chimenea prendida pues hacía frío, acompañada de un maravilloso tempranillo cabernet sauvignon (Osborne Solaz 2005) que mi maravillosa hermana me envió con mi hija menor y de postre Samuel nos brindó un bello concierto de guitarra pero lo mejor fue que, -mientras mi hija y yo hablábamos y veíamos las fotos de su reciente viaje a España-, Samuel y mi ex –sapo acabaron como grandes amigos conversando y riéndose a carcajadas casi abrazados hasta las 4 de la mañana en que nos fuimos a dormir. Y también se contentó conmigo.

sábado, 19 de abril de 2008

LOS ALUMNOS


Ayer serían las 7 de la mañana cuando me puse a seguir limpiando la “biblioteca mayor” y en eso encontré algo que me hizo llorar de emoción: tres diplomas “CERTIFICATE OF MERIT: this certifies that” mi hijo carioca/ mi hija morena/mi hija menor ha completado exitosamente el ‘BOOK ONE The Leila Fletcher piano course”. Firmado: “TEACHER”; yo. “date”:Nov. 1994/Dic. 1994/Abr.1995. AY! Cómo yo era feliz enseñando a mis hijitos a tocar piano y no sabía que era feliz. Claro, mis hormonas me hacían creer que solamente se era feliz amando y siendo amada por un varón. Pero qué animal fui durante casi toda mi vida. La propia bestia. Gracias a Dios que hace 16 años dejé de ovular y llegó mi menopáusea. A las 7 y media se despertó mi ex sapo, le di café, abrí todas las ventanas y como no estaba ventando también abrí las puertas, arreglé el cuarto y me fui a hacer algo MARAVILLOSO, no sé por qué me fascina tanto hacer eso: ser albañil. Estuve toda la mañana y parte de la tarde encaramada sobre el techo del castillo para las gallinas (mi perra Au-au todo el tiempo conmigo, como cuidándome) vedándolo con material reciclado (cajas vacías de leche líquida) encima de las cuales pegaba, con cemento, lajas de pizarra. Creo que me gusta hacer eso porque así me siento útil o, mejor dicho, productiva, y no un simple parásito de la sociedad. En la tarde en el computador de mi vecina traté de ver unas fotos de mi nieto hijo de mi hijo mayor en un tal de FACE BOOK, pero no conseguí. Me imagino que debe ser algo así como este blog o el complicadísimo (para mí) ORKUT. También recibí un mensaje de texto en mi celular de mi hijo mayor y estuve un tiempón escribiendo la respuesta pero no salió por falla del sistema.... qué rabia. Cuando ya me estaba viniendo a mi casa de la casa de mi vecina, ella me regaló un pastel (“pie”) de manzana DE LOCURA. No entiendo por qué tengo tanta suerte, qué bueno es Dios conmigo. Gracias Dioscito.

viernes, 18 de abril de 2008

LA EXCEPCIÓN


Lo mejor que me sucedió ayer, el momento mágico por el que valió la pena haber vivido ese día, fue encontrar, -mientras continuaba la limpieza de la biblioteca mayor, una carta escrita hace 7 años por mi hijo carioca donde decía, entre otras cosas, que “la vida es un libro que no tiene nada escrito, en el cual cada ser escribe su trayecto en vida” (lástima que ni él ni ninguno de mis otros hijos excepto la menor, escribe su blog). Escribió esa carta en São Paulo el día en que el Payard, el mejor o uno de los mejores restaurantes franceses del mundo donde trabajó un mes como camarero, le pagaría. También escribió en esa carta que ‘¡ser un abogado es mi meta!”, pero creo que eso se le olvidó aunque a lo mejor después hace como Alan Magalhães que se gradúa el año que viene de abogado con 39 años de edad. También ayer hablé con mi mamá por teléfono a quien llamé con la intención de hablar con ella apenas un minuto para pedirle un favor pero hablamos lo que me pareció (con la paranoia de deudas que estoy viviendo) una hora. ¿Qué será lo que nos pasa a mi y a todos mis hijos que casualmente estamos todos a la vez pasando por un mismo período de rollos con dinero? Bueno, creo que la excepción es mi hija morena. A las 4 y media de la tarde salí a caminar con mi vecina una hora por la bella urbanización privada llamada “Granja Comari” y, cuando regresamos, su energúmeno marido (a pesar de lo cual ella lo adora y ya tienen csi 50 años de casados) comentó que iba a entrar con un juicio para acabar con esa privacidad ilegal.... aunque es gracias a esa privacidad que la urbanización es bella, con dos lagos de aguas limpias llenas de peces y cisnes y jardines floridos bien cuidados. Pero yo le sigo la corriente y le doy la razón sobre todo porque él mismo reconoce que los jueces son los primeros impostores en este país....(y quién sabe en cuántos otros países).

jueves, 17 de abril de 2008

ASTERIX


Ayer terminé de leer el primer capítulo del libro que el libanés de 82 anos quiere que yo traduzca. Y resulta que hay allí una foto de hace unos 40 años donde él aparece con otros dos tipos. Bueno, yo me lo imaginaba parecido con Sean Connery pero yo deseaba que no se pareciesen para no desestructurar mi relación de 18 años con mi ex –sapo, y si ese libanés no estuvo los últimos 40 años haciendo musculación y dieta, implante de cejas, y cirugías de orejas, nariz, labios, párpados y pescuezo, pues él y Sean Connery son absolutamente antagónicos de la cabeza a los pies. A lo mejor él se imagina que soy alta o esbelta, que mi nariz no es de tubérculo sino pequeña y fina, que mi cabello es largo, liso, negro, y cuando vea mi tamañito (menos mal que como dice Ásterix, “tamaño no es documento”) y mi enorme nariz de bruja y mi cabello blanco, corto y erizado, pues le pasa lo mismo que a mí y respira aliviado por no sufrir para serle fiel a su mujer. En la mañana estuve trabajando como sirvienta de herrería ayudando a mi ex –sapo a colocar un portón. No sé por qué él se empeñó en que fuera a ayudarlo pues no hice nada sino pasarle las herramientas que me pedía como una enfermera le pasa a un cirujano lo que él le pide mientras opera a alguien. Además, él nunca me pide que lo ayude en campo. Mi trabajo es de oficina: cálculos matemáticos previos, presupuestos, contabilidad... Pero es que el portón era en casa de mi vecino cuya mamá “mãe de santo” o hechicera está viviendo allí desde que la Miss Teresópolis 1974 la expulsó de su mansión. Y el bobo de mi ex –sapo le tiene miedo a las brujas. Pero era como un presentimiento, porque después (ya yo había regresado a la casa) llegó el marido de mi mejor amiga y comenzó una discusión acalorada muy grave por causa de un tanque azul que el hijo de la hechicera va a colocar justamente frente a la ventana de su sala. Mi ex –sapo se asustó mucho porque nunca había estado tan cerca de una persona tan agresiva y violentamente alterada. Salió corriendo y sólo volvió a terminar el portón cuando ya era casi de noche.

miércoles, 16 de abril de 2008

LA PROFESORA

Ayer fue el cumpleaños de mi 4° marido, brasileño músico, poeta y estudiante de agricultura cuando lo conocí hace 28 años, válgame Dios, cómo pasa el tiempo, y aunque era bajito y flaquito y me pareció muy feo, después me enamoré de él admirada con sus vastísimos conocimientos de cuanto Dios crió, sobre todo religión, literatura, filosofía, política, sociología, lenguas y claro, música. Como no sabía nada de agricultura fue a Inglaterra a hacer el curso de Agricultura Bio-dinámica que yo también hice, casualmente el mismo año. Hoy no es más músico ni poeta ni agricultor pero es el padre de mis dos hijos menores y también pedagogo y traductor del alemán, inglés y español para el portugués. Yo estaba locamente enamorada de él (como también lo había estado de mis 3 maridos anteriores. Pero las pasiones pasan. Creo que la educación infantil en nuestro mundo occidental-cristiano debería ser dividida en femenina y masculina y a las niñas nos deberían enseñar una materia más importante que matemáticas o cualquier otra que sería “tolerancia”. De repente eso ayudaría a disminuir los divorcios)... y fue así como vine a parar aquí donde me enamoré de Brasil. Por cierto, ayer hice como las inglesas de las que mi mamá se reía tanto porque iban al supermercado y en vez de comprar un kilo de tomates como ella siempre hizo y continúa haciendo, compraban un único tomate. Pues los tomates estaban a 4 reales el kilo (2.50 dólares), y sólo pude comprar 2 unidades. Claro, nadie quiere plantar tomates sino materia para bio-combustibles. Con razón el relator especial da ONU para el Derecho a la Alimentación, el suizo Jean Ziegler,declaró que eso es un crimen contra la humanidad. Yo no soy chavista pero creo que el loco ese dijo lo mismo hace como dos años, o sea, que tan loco así como que no es, después de todo. Y lo peor, lo más vergonzoso: ¡yo, profesora de agricultura bio-dinámica, viviendo en un terreno de 60 mil metros cuadrados, ¿por qué voy a comprar tomates en vez de plantarlos?! Ni mil motivos justificarían tamaña vergüenza. Soy culpable y yo misma me condeno.... me castigo a plantar tomates desde mañana mismo.

martes, 15 de abril de 2008

¿CUARENTA MIL GALLINEROS ?


Ayer recibí un E-mail de mi hijo carioca preguntándome que qué hacía. Le respondí que mil cosas, pero realmente me parece que no hago nada, o por lo menos algo que se considere productivo en términos capitalistas aunque, a pedido de mi hija mayor, estuve rezando mucho para que a ella, su marido y su abogada les fuera bien en una reunión con los abogados de un banco que le dio a una constructora un dinero para hacer su casa pero los constructores no construyeron nada o un problema parecido, total son más de 20 mil euros (¡AY, 40 mil gallineros!) que están en la cuerda bamba. Un poco recé dentro del gallinero (en construcción parada por falta de cien euritos). Desde hace 3 días voy allí dentro y rezo algo. Como doña Rita Jugo de Caña me pagó la mensualidad del estacionamiento de su kombi, fui donde mi contador y le pagué algo de lo que le debía. Me prometió ayudarme a encontrar un comprador para mi sitio que pague lo que pido. Por eso salí muy feliz de su oficina y hasta me pareció que el tipo estaba elegante y no era tan feo. De allí fui a imprimir una carta para mi amiga Amelia que fue la niñera de mi hijo menor y comprar un sobre para enviársela por correo convencional, porque ella es como la suegra de mi sobrina sevillana y como mi nuera carioca y mi ex –sapo, que no entiende ni quiere entender nada sobre nuevas tecnologías como celular y computador. Después compré vino, pan, lechuga y sardinas y cuando el autobús estaba llegando en casa le di un toque de celular a mi ex -sapo para que me esperara en la parada y cargara todo eso hasta la casa. Bueno, si me pongo a contar aquí todo lo que hago en vez de 15 minutos tendría que estar una hora digitando este blog. Pero el momento mágico por el que valió la pena haber vivido el día de ayer fue cuando salí caminando por la bella Granja Comari no con mi vecina sino con mi ex –sapo hasta la casa del Sr. Lauro que cumplía 81 años para felicitarlo. Fuimos y volvimos conversando mucho pero sin discutir ni pelear, de manitos agarradas, como dos románticos pendejos.

lunes, 14 de abril de 2008

AMOR PLATÓNICO


Ayer fue un día azul como el cielo y el mar. Con mi nueva manía de aseo, mi ex –sapo me ayudó a limpiar la “biblioteca mayor” que en realidad es un estante de 4 pisos lleno de libros y carpetas que yo debería regalar o botar para no tener que estar limpiándolos ni siquiera una vez por año. Uno se pone a adquirir y adquirir cosas de las cuales cree que es dueño pero en realidad ellas se vuelven nuestras dueñas y nosotros tenemos que ser sus esclavos dándoles baño, masajes, lavándoles y planchándoles sus ropas, etc. Y nunca se van (como los hijos). Cuando me cansaba me sentaba frente al computador y navegaba por la Internet. Hoy le escribí una cartita a cada uno de mis 6 hijos pues no sé nada de ninguno de ellos desde hace más de una semana. Pero eso no me ha preocupado pues pienso que “ausencia de noticias... buenas noticias”. Lo que me ha preocupado esta semana ha sido cómo responderle a la suegra de mi sobrina sevillana la carta elegantísima que me escribió con pluma Mont Blanc de 3 paginas a mano. He hecho varios borradores agradeciéndole por las fotos que realmente me fascinaron pues tuve muchísimas ganas de asistir a la boda de mi sobrina y hasta ahora solamente había visto 3 ó 4 fotos de la fiesta y ninguna de dentro de la iglesia. No entiendo por qué mi hermana no me ha enviado ninguna foto. También fui a caminar con mi vecina y tuve que hacer un ejercicio de relajamiento relámpago para no liberar adrenalina ya que un perro inmenso que siempre nos ladra cuando pasamos cerca, saltó un muro de 3 metros de alto para atacarnos. Menos mal que se quedó turulato cuando llegó al suelo y nosotras no salimos corriendo que era lo que nos provocaba. Después nos reímos mucho de un amor platónico que tuve hace unos 30 años y ella me dijo que lo iba a buscar en la web. Supongo que estará barrigudo y calvo pero yo, que estoy arrugadita, no lo he olvidado.

domingo, 13 de abril de 2008

EL MILLONCITO


Ayer, ya eran las 9 de la mañana y todavía mi ex –sapo estaba durmiendo (enratonado) y yo estaba esperando que se despertara para subir los 500 escalones que hay que subir para llegar a mi capillita de Nuestra Señora de los Vientos... cuando tocó el teléfono y era mi vecina para pedirme que me acercara al portón. Lo hice y era para regalarme un pedazo de la torta maravillosa de cambur que había terminado de hacer la noche anterior justamente cuando ya yo estaba saliendo de su casa y por la que suspiré hasta que me fui a dormir (después de haber visto una bella película llamada “El toque del Oboe”). Entonces desayuné y, de postre (momento mágico) me comí la torta (“pie” en inglés) de cambur y después fue que fui a mi capilla. Aunque estamos en otoño, fue un día de verano al igual que anteayer. Mi ex –sapo debe haber bebido cerveza en la ciudad cuando salió solo, por eso no le gusta salir sino conmigo, pero como estaba haciendo tanto calor no quise ir, y después en casa bebimos vino y la mezcla le hace mal, es decir, se echó una rasca que hasta me sacó de quicio, cantando “She said goodbye” de Dave McLean, a todo volumen unas 700 veces seguidas, y como no sabe inglés me pregunta a cada momento lo que quiere decir “you’ll never find another girl” etc. En esos momentos me provoca arrodillarme y pedirle a todos los santos que aparezca un comprador para este sitio. Cuando alguien pregunta el precio mi ex –sapo siempre dice que es un millón, y no especifica de qué, si reales, o dólares. Los mejores años de mi vida los he pasado aquí y no aguanto las ganas de llorar cuando me imagino que ya vendí esto y me fui de aquí. Pero espero que ni tenga tiempo de acordarme de esto de tan ocupada que estaré gastando el milloncito.

sábado, 12 de abril de 2008

ALGÚN ÁNGEL


¡Dios Mío! ¿Qué pasó? ¿Un milagro? ¿El milagro de la limpieza? Pues, por segundo día consecutivo, la gimnasia mía de cada día no fueron los ritos tibetanos, ni los ejercicios del indio, ni 64 abdominales, etc., sino limpiar y limpiar, sobre todo desde que, en el mismo instante en que terminé de limpiar el baño (hacía más de 15 días que andaba diciéndome “pero que asco, mañana tengo que hacerle una limpieza profunda a este baño”) dos clientes de mi ex-sapo (no puede ser que sea mera coincidencia) vinieron a pagarle lo que le debían. Eso fue anteayer. Y ayer fui al banco a ver si los tipos de la antena de rastreo me habían depositado, con miedo de que me hubiesen depositado en la cuenta corriente y automáticamente el banco se chupase lo que le debiese, y cuando veo, el saldo era de algo así como 450C (sí, una letra C al lado derecho, y no una letra D). O sea, que alguien, un ángel, depositó 750 reales...!!! en mi cuenta corriente (o, si 320 son de la antena, entonces unos 400). Puede haber sido una equivocación del banco y fui muy boba no sacando todo. Pero me puse nerviosa con un hombre apurado esperando atrás de mí. Entusiasmada con los efectos del aseo, de la higiene, al regresar del banco continué limpiando y terminé el salón para fiestas, el garage y el cuarto donde se alojaron la mamá y el hijo de la chica que estuvo 23 días hospitalizada. Este último lo limpié con una mezcla de agua, cloro y Listerine que lo dejó, además de olorosito, desinfectado. He estado acordándome de una niñera de mis dos hijos mayores que tenía el mismo nombre de la suegra de mi sobrina sevillana. La conocí cuando yo tenía 30 años y ella 60. Ella había parido 18 hijos, todos vivos y adultos. Era viuda, del Estado Sucre (Venezuela). Trabajó para mí unos 6 meses, al cabo de los cuales renunció porque iba a casarse. Después fue a visitarme con su marido. Casi me desmayo. El tipo tendría unos 25 años y era bello y rico.

viernes, 11 de abril de 2008

COLOR DE ORO

Ayer, gracias a Dios, fue un día amarillo color de oro, porque dos clientes de mi ex –sapo le pagaron un total de 600 reales aunque 220 son para pagar la materia prima con la que hizo el servicio, y 60 son para pagar la comisión al tipo que lo indicó para hacer el servicio. Antes de que le pagaran, tuvimos una pelea porque yo había botado un invento suyo (para no tener que cambiar la bolsa de la basura todos los días sino solamente a cada tres días). Se puso furioso y me llamó de “débil mental” y le grité que la mayor debilidad mental que había cometido en mi vida había sido haberme enamorado de un puerco y para completar sin olfato puesto que la basura, al segundo día, ya empezaba a oler mal. Pero él ya había salido con un balde de ropa muy pesado para colgarla en el tendedero, menos mal porque así no me oyó, y le di gracias a Dios por mi debilidad mental de hace 18 años, pues sería horrible que mi ropa se secase en una secadora eléctrica y así yo contribuyese para el progreso del hueco en la camada de ozonio y para el calentamiento global, como siempre hice en todos los países donde viví antes de asentarme aquí en Brasil. Su invento asqueroso se lo había botado a las 8 y media de la mañana cuando limpié a fondo nuestro baño porque me acordé que mi primo consultor de Feng-Shui me dijo algo así como que el mugre era pavoso. Una hora después mi ex -–sapo regresó diciéndome: “dame un café”. Me extrañó muchísimo porque siempre dice antes “amor, por favor”. Y como me quedé viéndolo con la boca abierta sacó la cartera del bolsillo trasero de su pantalón, la abrió, y me mostró los billetes. Nos reímos y agarré la cafetera y la puse sobre el fuego. Bebió su café y fuimos a la ciudad y él compró 3 litros de vino, 4 kilos de caraotas negras, 4 pares de medias (le pregunté si era un ciempiés, y me dijo que ciempiés era yo que tenía 25 pares de zapatos) y otras cositas y regresamos a casa justo a tiempo para yo ir a caminar con mi vecina a quien le llevé uno de los 4 kilos de caraotas que habíamos comprado.

jueves, 10 de abril de 2008

LOS NOVIOS

Ayer fue un día rosado intenso. Después de haber leído la historia interesantísima de Guido Bartoloni, con el último huevo que había en la nevera y la última taza de azúcar que había en una bolsita dentro del armario (y otros ingredientes menos escasos), hice una torta de maíz (bolo de fubá) para sustituir el pan francés. Cuando terminé de hacer la torta me fui a dormir mi pre-siesta pero en eso llegó el cartero con un sobre inmenso. Mi ex–sapo vino a entregármelo a la cama diciendo que era de Sevilla. Pero inmediatamente me di cuenta que la letra no era la de mi hija morena. Y cuál no sería mi sorpresa al ver el remitente: la suegra de mi sobrina sevillana. Abrí el sobre grande y dentro había una revista (donde estaba publicado un poema de ella de una página entera), y dentro de la revista una bella carta y un pequeño sobre cerrado. Lo abrí y tenía fotos de hace 7 meses del matrimonio de su hijo con mi sobrina sevillana. Fui sacando las fotos una a una y mostrándoselas a mi ex–sapo, explicándole quien era quien, hasta que se acabaron las fotos a lo que él, muy triste y serio, comentó que qué lástima que no había también en ese sobre un billetico de cien euros para salir a comprar caraotas negras y vino. Yo no había ido a la ciudad ni después tampoco fui, para no quebrar o romper la promesa que me hice de no comprar vino a crédito mientras esté endeudada. Más tarde, durante mi caminata diaria, le mostré a mi vecina las fotos y le conté el comentario de mi ex–sapo y cuando yo estaba saliendo de su casa después de haber navegado en el computador de su hijo médico e ingeniero, me regaló un kilo de caraotas negras. Yo no las quería aceptar diciéndole que teníamos lentejas, garbanzos, y que mi ex–sapo tenía que dejar de ser tan fresco y comer otras leguminosas y, además, si él sabía que eran regaladas, no las tocaría. Pero ella me dijo que le contara a él que yo las había encontrado en el fondo del armario. Y fue lo que hice y se puso contentísimo e inmediatamente las cocinó y se las comió casi todas, puras, apenas aliñadas, sin arroz, sin harina de yuca, sin ningún tipo de carne, sin nada excepto un gran placer.

miércoles, 9 de abril de 2008

LA VANIDAD




Ayer recibí un E-mail de mi nuera venezolana contándome que ella y mi hijo mayor habían sido asaltados en plena cola de tráfico y que el ladrón le había quitado a mi hijo su última adquisición electrónica, un súper teléfono celular, mejor que el que, todavía en la garantía, se le había mojado y echado a perder. Le respondí diciéndole que eso les pasaba por vanidosos porque no tenían necesidad de andar en un carro tan bonito y nuevo como el que ella le pidió a él de regalo de Navidad hace un año y 4 meses. Me dieron ganas de recomendarle que lo intercambiase conmigo, y ella se quedase con mi Volkswagen 1969 escarabajito verde y yo con su Citroem plateado 2007, aunque aquí en Brasil también hay que andar con cuidado. Eso me recuerda que en España hay seguros para todo, cualquier cosa, y hace unos 3 años asaltaron la casa de una amiga de mi hija morena y la aseguradora le pagó unas joyas que mucho después ella encontró en otro cofre de otro cuarto de la casa. Creo que lo mejor del día fue recibir E-mail de mi hijo menor que vive en São Paulo y de quien casi nunca sé nada, contándome que había entrado en mi blog y se había enterado de que su hermano carioca está en España y de que su hermana mayor está embarazada. El libanés me envió la carta en inglés para Chávez para que se la traduzca. No sé por qué me lo estoy imaginando igualito a Sean Connery o algo así, un actor inglés que ahora también es Sir y que hacía el papel del agente secreto 007. Espero que cuando lo conozca sea la mayor decepción porque no quiero que se desestructure mi relación de 18 años con mi ex–sapo, aunque el libanés se la pasa hablándome en sus E-mails de los restaurantes a donde me imagino que quiere llevarme a comer y entonces se me agua la boca y empiezo a soñar que de alguna manera encajo a mi ex–sapo allí como guarda-espaldas o como hermano, y total, el viejito tiene 82 años.

martes, 8 de abril de 2008

LO DE ARRIBA

Ayer navegué por la Internet una hora y media en el computador del hijo médico e ingeniero de mi vecina, mejor amiga, psico-analista, gran cocinera y de padre y madre japoneses, quien educó a sus hijos “a la japonesa” diciéndoles desde pequeñitos que “cuando lo de abajo sube, lo de arriba baja” queriéndoles decir que Japón es un pequeño país sin recursos naturales y su única riqueza es la inteligencia de los japoneses, y esa inteligencia (“lo de arriba”) es inversamente proporcional a la actividad sexual (“lo de abajo”). Y realmente hay que tener inteligencia hasta para vender lápices de puerta en puerta. Qué lástima que empecé mi amistad con ella cuando mis hijos, ya adultos, se habían ido de mi casa a vivir sus vidas. Aunque lo más importante es el ejemplo y no sé por qué fui toda mi vida tan loca, si por las 14 inyecciones de adrenalina que me revivieron de una parada cardiaca a los 8 años de edad o si el choque cultural a los 12 años cuando estuve interna en Canadá, un país extremamente diferente de Venezuela. Lo mejor que nos pasó hoy a mi ex–sapo y a mí fue que, después de navegar, mi vecina me regaló 10 pancitos de queso hechos por ella, calientitos, que disfrutamos muchísimo. Los llaman así aquí pero no son hechos con harina de trigo sino con polvillo de yuca, una locura, una delicia. En la mañana fui al banco y saqué 20 reales de mi tarjeta de crédito VISA para pagar lo mínimo que puedo pagarle a la propia tarjeta del mismo crédito VISA para que no me la bloqueen, ya que la estoy usando diariamente para comprar lo estrictamente necesario (ayer: tres pancitos franceses y una botella de vino, pero juro por Dios y la Virgen que fue la última botella de vino que compré en mi vida con dinero prestado y además a intereses legalmente terroríficos). También recibí un E-mail intere$ante del libanés cocinero profesional (lo que más me gusta de él), ex–espía y escritor para que le traduzca una carta al Excelentísimo Sr. Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Coronel Hugo Chávez Frías, presentándole su libro “Terrorismo Legalizado”.

domingo, 6 de abril de 2008

EL TERESOPOLITANO




Hoy comencé una semana de “vacaciones”, es decir, una semana en que dormiré todo lo que mi cuerpo desee o necesite, sin usar el despertador para nada, pues desde hace un año (cuando regresé de Venezuela donde estuve 3 meses) no tengo vacaciones, despertándome de lunes a sábado siempre a las 4 de la madrugada para poder navegar por la Internet gratuitamente durante dos horas. Después me pongo a hacer gimnasia mientras escucho las últimas noticias contadas por humoristas (90% de ellas) después de lo cual sale mi ex–sapo de la cama y tengo que estar hasta las 11 de la noche obedeciendo sus órdenes constantes e interminables, por eso adoro cuando no estoy de vacaciones pues por lo menos tengo 3 horas de libertad. Voy a ver si acostándome sin tanto sueño consigo antes de dormirme y al despertarme pensar con emoción y concentrarme con intensidad en aquello que deseo con más urgencia que es pagarle al contador para que no siga llamándome por teléfono cobrándome y dejándome avergonzada. Por lo demás hoy ha sido un día azul como el cielo y el mar. No salí ni a la puerta de mi casa porque no hizo sino llover. Hice pasta de espinacas para desayunar durante 15 días, terminé de leer una novelita rosa que le iba a mandar a mi hija morena pero mi vecina me recomendó que no lo hiciese porque era pornográfica, pero lo que me pareció fue medio gafa, sin embargo, me entretuve sin asco ni angustias como cuando leí Ensayo sobre la Ceguera de Saramago, qué horrible. También hablé por teléfono con mi nuera y mi nieto cariocas y disfruté muchísimo el E-mail de mi sobrino que cumple años un día después de mí, sobre el MOVIMIENTO PARA LA LENTITUD VOLUNTARIA, pues me puse a soñar que esta ciudad podría adherir a ese movimiento y volver a ser como era hace 23 años cuando me vine a vivir aquí y conocí a mi amiga dinamarquesa que me envió anteayer una foto con su hijo en los Alpes Italianos donde estuvieron esquiando esta Semana Santa, y pensar que su hijo nació aquí y es el hombre más bello del mundo.

EL SUSTO

Ayer fue un día amarillo. Pero no amarillo oro, sino amarillo auyama o calabaza, porque en la hora en que siempre subo los 500 escalones para llegar a mi capilla de Nuestra Señora de los Vientos, como estaba lloviendo, me puse a preparar una calabaza gigante (que me regaló mi vecina y que fue cultivada en el terreno de su hijo médico e ingeniero) con cebolla y shoyu y llené 6 frascos de conserva que me durarán unos dos meses comiendo todos los días al almuerzo tres cucharadas. Después desayuné y le conté a mi ex –sapo que siempre que el mejor amigo de mi papá me veía, me decía: “muchacha, el susto más grande de mi vida me lo diste tú”, y me lo repitió hasta el último día que lo vi, en que yo tenía 35 años, porque cuando fue a operarme de las amígdalas, yo tenía 8 años, sufrí una parada cardiaca y él tuvo que ponerme 14 inyecciones de adrenalina para revivirme. No sé si las palabras tienen poder o fue coincidencia, pero, cuando terminó de llover fuerte, me fui con mi perra a mi capilla y ya estábamos bajando cuando de repente me resbalé y ¡gracias a que todos los santos días salto la cuerda (300 saltos) mientras sale el café de mi ex –sapo!, en un décimo de segundo hice una maniobra tal que conseguí caer de pié unos 3 escalones más abajo. Llevé un susto de padre y señor mío porque para completar yo estaba con una enorme y puntiaguda tijera de jardín debajo del brazo izquierdo. De todas las cosas buenas que me sucedieron ayer, la que me dejó más feliz fue haber recibido un E-mail de mi única hermana donde me contaba un montón de cosas entre las cuales que había estado con su marido y mi nieta mayor en Portugal durante la Semana Santa. En compensación, recibí un E-mail del libanés pidiéndome que lo ayudara a encontrar una editora que publicase su libro o que le dijera cómo ponerse en contacto con Hugo Shabes (lo escribió así mismo) para que entonces yo pudiese traducir su libro “Terrorismo Legalizado”. A mi hermana le dije que yo estaba pasando por una “marea baja” (como me enseñó mi hija morena) pero que eso no me preocupaba (apenas me molestaba) porque sabía que pronto llegaría la “marea alta”

viernes, 4 de abril de 2008

EL HAMBRE

Hoy Jueves 3 de abril de 2008, si todavía estuviera casada con mi primer y único esposo (los siguientes fueron apenas maridos) estaríamos celebrando nuestras bodas de casi-oro: 40 años de casados. Probablemente a esta hora, 8 y media de la noche, yo estaría tomando un té de manzanilla con nuez moscada para calmar el hambre mientras llegase la hora de la cena a las 9 y media, y para no engordar, que es exactamente lo que estoy haciendo ahora. A veces me despierto de noche también con dolor de barriga de hambre y entonces me tomo una aspirina con medio vaso de leche y me vuelvo a dormir. Ese mi primer esposo debe estar pesando más de cien kilos. Después que nos divorciamos se casó de nuevo con una famosa actriz de televisión y ahora todo el mundo me conoce como “la primera esposa del ex -marido de Fulanita de Tal”. A los 12 años de casados se divorciaron y él se casó otra vez. Y otra vez se divorció. Nadie lo ha sabido comprender hasta ahora. Hoy he estado todo el día buscando una tarjeta de visita que me dio mi hijo que yo llamo carioca pero en realidad quien es carioca es mi nieto (su hijo). Hasta revisé el pipote de basura papelito por papelito para encontrar esa tarjeta que ahora necesito para aliviar mis males financieros. Allí están anotadas las medidas de seguridad que el banco pide para activar la tarjeta de crédito internacional que me regaló ese hijo mío. No encontré lo que buscaba pero encontré muchas cosas que había perdido hace años y, lo mejor del día, aproveché para dejar todo limpiecito y organizado. Hasta encontré un cinturón bellísimo italiano de hebilla de oro de mi mamá que me prestó y se me olvidó devolvérselo. Como empezó a llover justamente cuando iba a salir a caminar con mi vecina, entonces no fui a esa mi consulta psico-analítica y creo que por eso me da hambre. ¡Ay! Ya pasó el efecto calmante del té.....**g/”r#!&*+!!

jueves, 3 de abril de 2008

LA PROMESA


Lo mejor que me sucedió ayer fue recibir una llamada telefónica de mi hija mayor para decirme que está embarazada de su tercera hembrita, como me lo suponía (ya que ella y el marido no quisieron ponerle el nombre de la difunta abuela, que había sido también el nombre de la mujer de Bonaparte, a ninguna de las dos niñas ya nacidas, como tanto se lo pedí por causa de una promesa que le hice para que saliera embarazada la primera vez). También me dio una satisfacción inmensa dejar mi cuarto tan limpio como el del hijo menor de mi vecina y mejor amiga que es médico e ingeniero mecánico y en cuyo computador navego todos los días ya que el monitor del mío continúa echado a perder. Él raramente viene a Teresópolis. Sin embargo, su mamá mantiene ese cuarto donde está el computador siempre muy limpio. Tanto que menos mal que cuando regreso de allá a mi casa ya está oscuro. Pero al día siguiente por la mañana me da dolor con mi cuarto, me da asco. Hasta que por fin me puse a limpiarlo (cuando volví de la ciudad de comprar el vino nuestro de cada día) y lo dejé de tal manera que hasta se podría lamber. Luego en seguida me acosté a dormir mi pre –siesta y cuando me levanté y estaba preparando mi almuerzo tocó el teléfono y dejé el fuego prendido pensando que era mi vecina para preguntarme si iba o no a caminar, cosa que le respondo siempre mono=silabamente,, pero era mi hija mayor para contarme sobre el resultado de la ecografía o ultra-sonografia del bebé que está esperando. Le sugerí el nombre de Simone (como la mujer de Sartre) Josephine y el de Susana (como la de I como from Alabama) Josephine, pero ninguno le gustó. Ahora pienso en Silvia (como la reina de Suecia) Josephine, ya que el nombre tiene que comenzar por la sílaba SI o SU... Estábamos conversando sobre todo eso cuando sentí un olorcito de quemado, Y era lo que iría a ser mi almuerzo pero no fue porque se transformó en carbón..

miércoles, 2 de abril de 2008

NEGOCIOS SON NEGOCIOS


Ayer por lo visto me desperté de mal humor y le mandé al libanés de 82 años un E-mail furiosa a las 5 y media de la mañana diciéndole que me arrepentía de haberle informado mis números telefónicos porque su editor me había llamado cuando yo estaba cenando y yo para terminar rápido la conversación había aceptado hacer la traducción por 4 centavos de dólar cada palabra pero no estaba de acuerdo en absoluto con ese precio y que le deseaba buena suerte para encontrar otro traductor. Claro, yo estaba furiosa conmigo misma por que su editor me había engatusado con su seductora voz. Entonces esta tarde después de nuestra caminata diaria me puse a navegar en el computador de mi vecina, mejor amiga, psico analista y gran cocinera y lo primero que abrí fue la respuesta del señor no, del caballero de 82 años. Pidiéndome mil perdones, diciendo que él no había autorizado a su editor a ofrecerme 4 centavos, pero que si yo no quería 4 centavos que no hiciera la traducción. Que negocios son negocios, etc. Le respondí que él tenía razón, negocios son negocios, que yo había sido estúpida quejándome porque mi cena se había enfriado, que estaba horriblemente arrepentida, que por favor me perdonara. Pero, lo peor que me sucedió fue ¡Ay! haber perdido la partida de ajedrez que venía jugando con el ex de mi hija menor desde hace 3 meses donde yo jugaba con las blancas. En compensación, jugando con las negras, difícilmente él se me escapa de un jaque mate que le asentaré con todo el placer de mi venganza, de aquí a poco. Hoy visité a mi ex vecina y por lo visto quiere alquilar el castillo de mis gallinas. Bueno, tendría que esperar que estuviese listo. Ahora solamente faltan 200 reales (unos cien dólares, unas 3 mil palabras traducidas del inglés al español venezolano)..

EL "HIPPIE"


Lo mejor que me sucedió anteayer fue recibir una llamada telefónica de mi hija mayor a las 3 de la tarde de aquí de Brasil (8 de la noche en Barcelona ESPAÑA) contándome que su hermano carioca había llegado bien, pues me preocupaba que, por parecer un hippie, tuviera problemas con la policía a la entrada. También me dijo que se había estacionado en el aeropuerto en un local prohibido, la multa había sido de 40 euros, y quien la pagó fue mi hijo. Tan bueno como esa llamada telefónica fue ir a visitar (como su hijo me había pedido que hiciera la semana pasada) a mi ex -vecina “mãe de santo” sacerdotisa (¿o hechicera?), pero, gracias a Dios, ellos no estaban. Y lo que más disfruté anteayer fue mi desayuno con pasta de espinacas y huevo de yema de oro. frito en aceite de oliva y comido con mi único tenedor de plata mexicana que los ladrones no vieron porque estaba sucio en el lavaplatos cuando se llevaron todo el juego para 12 personas hace unos 40 años cuando yo vivía en Venezuela. Yo comía siempre con él mucho antes del asalto y sufro cuando soy invitada a almorzar o cenar en cualquier lugar, como si el sabor de la comida dependiese del tenedor. Pero eso solamente lo sabemos mi ex -sapo y yo (y ahora los que lean este blog). También fue maravilloso haber podido tocar piano sin Eric queriendo también tocarlo al mismo tiempo. Lo único diferente de lo normal que me sucedió anteayer fue recibir un nuevo E-mail del libanés pidiéndome mi teléfono para hablar conmigo. Se lo mandé. Creí que como buen árabe iba a querer convencerme a bajarle el precio por mi traducción de su libro. Pretendía decirle que sólo me gustaba traducir ficción, preferiblemente romántica y que si su libro no lo era, en vez de bajarle tendría que subirle el precio. Pero quien llamó fue su editor y acabé encantándome con su voz y aceptando 4 centavos de dólar (y no de EURO) por cada palabra traducida. ¿Por qué seré tan idiota?.