miércoles, 16 de abril de 2008

Ayer fue el cumpleaños de mi 4° marido, brasileño músico, poeta y estudiante de agricultura cuando lo conocí hace 28 años, válgame Dios, cómo pasa el tiempo, y aunque era bajito y flaquito y me pareció muy feo, después me enamoré de él admirada con sus vastísimos conocimientos de cuanto Dios crió, sobre todo religión, literatura, filosofía, política, sociología, lenguas y claro, música. Como no sabía nada de agricultura fue a Inglaterra a hacer el curso de Agricultura Bio-dinámica que yo también hice, casualmente el mismo año. Hoy no es más músico ni poeta ni agricultor pero es el padre de mis dos hijos menores y también pedagogo y traductor del alemán, inglés y español para el portugués. Yo estaba locamente enamorada de él (como también lo había estado de mis 3 maridos anteriores. Pero las pasiones pasan. Creo que la educación infantil en nuestro mundo occidental-cristiano debería ser dividida en femenina y masculina y a las niñas nos deberían enseñar una materia más importante que matemáticas o cualquier otra que sería “tolerancia”. De repente eso ayudaría a disminuir los divorcios)... y fue así como vine a parar aquí donde me enamoré de Brasil. Por cierto, ayer hice como las inglesas de las que mi mamá se reía tanto porque iban al supermercado y en vez de comprar un kilo de tomates como ella siempre hizo y continúa haciendo, compraban un único tomate. Pues los tomates estaban a 4 reales el kilo (2.50 dólares), y sólo pude comprar 2 unidades. Claro, nadie quiere plantar tomates sino materia para bio-combustibles. Con razón el relator especial da ONU para el Derecho a la Alimentación, el suizo Jean Ziegler,declaró que eso es un crimen contra la humanidad. Yo no soy chavista pero creo que el loco ese dijo lo mismo hace como dos años, o sea, que tan loco así como que no es, después de todo. Y lo peor, lo más vergonzoso: ¡yo, profesora de agricultura bio-dinámica, viviendo en un terreno de 60 mil metros cuadrados, ¿por qué voy a comprar tomates en vez de plantarlos?! Ni mil motivos justificarían tamaña vergüenza. Soy culpable y yo misma me condeno.... me castigo a plantar tomates desde mañana mismo.

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