domingo, 20 de abril de 2008

EL CONCIERTO


Ayer, estaba yo en la cocina haciendo mi paté de espinacas como a las 8 de la mañana cuando oí que el teléfono estaba tocando. Salí corriendo a atenderlo pensando que sería mi vecina pero me quedé sorprendida cuando oí una voz femenina que dijo “mamá”. Le pregunté si era mi hija morena y me dijo que no, que era mi hija menor para decirme que estaba saliendo para acá de São Paulo en ese momento y que vendría con nuestro amigo Samuel. Me puse contentísima y claro, fui a contárselo a mi ex –sapo quien se puso furioso diciendo que ese Samuel no le caía ni un poquito bien y que me olvidara de llamarlo para compartir la misma mesa. Entonces le dije que a mí, no sólo me caían mal todos los miembros de su familia sino que me daban asco y ni por eso era antipática con ellos cuando venían de visita. Pobrecito, se quedó un rato en absoluto silencio y me dijo las últimas palabras que le escuché el resto de ese día: “.. y tardaste 18 años para contármelo?”. Después me fui a mi capilla a rezar para que a mi hija mayor y mi yerno les vaya bien en la nueva audiencia judicial que tienen el lunes y le pedí perdón a Dios por ser tan mala con mi pobre ex–sapo. Pero cuando regresé de la capilla él había dejado limpísimos el cuarto y el baño de los huéspedes e incluso me acompañó a la misa de las 6 de la tarde de todo sábado, pero todo el tiempo sin hablarme ni una palabra. En la noche llegaron mi hija y Samuel y él los recibió y trató muy cortesmente, pedimos una pizza gigante que nos comimos al lado de la chimenea prendida pues hacía frío, acompañada de un maravilloso tempranillo cabernet sauvignon (Osborne Solaz 2005) que mi maravillosa hermana me envió con mi hija menor y de postre Samuel nos brindó un bello concierto de guitarra pero lo mejor fue que, -mientras mi hija y yo hablábamos y veíamos las fotos de su reciente viaje a España-, Samuel y mi ex –sapo acabaron como grandes amigos conversando y riéndose a carcajadas casi abrazados hasta las 4 de la mañana en que nos fuimos a dormir. Y también se contentó conmigo.

No hay comentarios.: