lunes, 21 de abril de 2008

LA NAVE


Ayer, en la fabulosa nave espacial, perdón, escapad, Peugeot 2008 de color rojo intenso de nuestro amigo Samuel, nos fuimos él, mi hija menor, mi ex–sapo y yo, a Magé, una ciudad a 30 kilómetros de aquí. Y como llegamos en 2 minutos porque el loco andaba a 180 km. por hora, por lo que bajamos la sierra (de mil metros sobre el nivel del mar hasta 200 metros) a mis súplicas de que “un guerrero de la luz nunca tiene prisa!”, y él respondía preguntando “y un guerrero de las tinieblas??”... pues se me taparon los oídos, de una forma que me parecía que mi cabeza quería explotar, por lo que pensé que habría disfrutado mucho más el paseo si hubiésemos ido en mi Volkswagen escarabajo 1969 verde, a 60 kilómetros por hora, pero gracias a Dios después de la primera cerveza en el bar “Refugio del Bacalao” se me pasó todo. Comimos y bebimos muchísimo y al final creo que se equivocaron en la cuenta porque me pareció baratísima (R$ 48,oo = USD 30.oo) y también conversamos muchísimo porque Samuel es realmente un victorioso, y tiene conocimientos muy buenos sobre bolsa de valores pero también de historia de la humanidad, nos dio un aula magistral sobre el surgimiento de la burguesía en la Edad Media y además nos mostró su barriga negativa tal y cual la tenía mi ex–sapo cuando lo conocí, pero la de Samuel es toda peluda (¡Ay, no entiendo cómo mi hija no lo quiere pobrecito porque él la adora!) y salimos de allí casi a las 11 de la noche, escuchando un CD maravilloso de unos músicos cubanos (Bella Vista Social Club) que fueron descubiertos por un turista gringo. Después ellos quisieron salir de nuevo pero les dio frío y pereza y como tenían una botella de litro y medio de un aguardiente que parecía whisky escocés pero más sabroso y delicado, se quedaron bebiendo y comiendo unos bocadillos = sandwichs que hice de queso con lechuga, tomate y ajo y adoraron. Entonces seguimos conversando hasta la una de la madrugada y él se esforzó tanto para convencerme a que bajara el precio de venta que le puse a mi sitio (750 mil dólares) que estoy sospechando que es él quien terminará comprándome el sitio, aunque yo no di mi brazo a torcer y además le repetí que un guerrero de la luz, jamás tiene prisa.

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