jueves, 28 de febrero de 2008

EL LÍMITE


Hoy, martes 26 de Febrero de 2008, en vez de hacer la gimnasia mía de cada día, barnicé una tabla de las 12 que formarán el techo del castillo de las gallinas. Mientras barnizaba la tabla, pensaba que si llegaba Luis Vigilante para ser Luis Albañil, no estarían listas todas las tablas pero él me había dicho ayer que si lloviese él no vendría y los pronósticos de tiempo de todas las estaciones de TV coincidían en que llovería y así ocurrió. Cuando terminé de pintar esa tabla fui al taller de herrería a buscar maíz para darle a las gallinas y, -lo mejor que sucedió para mí el día de hoy-, estaba allí el campesino (agricultor que había mandado a hacer un parapeto para la casa donde vivirá después de que se case con su novia)que le pagó a mi ex-sapo, justamente cuando mi tarjeta de débito había llegado a su límite de crédito (mi vida, gracias a Dios, está llena de milagros). El tipo, además, mandó a hacer otro servicio para un vecino suyo y se fue. Apenas el novio campesino se hubo ido quisimos salir a agarrar el primer autobús para ir a la ciudad a gastar lo que él nos había pagado pero la lluvia estaba tan fuerte (y yo continuaba sintiéndome mal) que me fui a dormir mi pre-siesta mientras mi pobre ex–sapo esperaba desesperado que yo me despertase para ir a comprar caraotas, bistés de cerdo y, principalmente, vino. Porque, de esas 3 cosas se encontraba en ayuno desde el jueves, pobrecito. Regresamos de la ciudad a tiempo de yo salir, gracias a que (momento mágico) había parado de llover, a caminar con mi vecina, mejor amiga y psico-analista a quien medio le conté mis peripecias de los 3 días que pasé en Rio de Janeiro capital, para ver si vomitando el sapo que me había tragado entero, conseguía volver a la normalidad y se me pasaba el bendito malestar estomacal, pero como ni me provocaba hablar, ella aprovechó para desarrollar al máximo su tema predilecto que son todas las enfermedades con énfasis en las recientemente descubiertas de manera que al final de nuestro paseo, - en el límite del asco-, no vomité porque no había comido nada desde el desayuno.

miércoles, 27 de febrero de 2008

CONTACTOS VIRTUALES



Ayer, lunes 25 de Febrero de 2008, después de varios días en Rio de Janeiro capital bebiendo cerveza y comiendo chorizo, estuve toda la mañana y parte de la tarde sintiéndome mal, supongo que es eso lo que llaman “resaca” o ratón. De cualquier manera disfruté mucho mi desayuno con un huevo de yema roja de mis gallinas criollas y sobre todo navegar de madrugada por la Internet en mi viejo y querido computador con el que entro en contacto virtual con mis hijitos, hermanos, primos y amigos. Me gustó mucho un mensaje de mi primera comadre que dice que tenemos que limpiar los cajones, armarios, nuestro cuarto, el garage y darle a alguien o botar lo que no usamos más, porque la actitud de guardar un montón de cosas inúiles amarra nuestras vidas...y como después fui al banco y vi que Manoela no me había depositado nada y estoy endeudada hasta el pescuezo por lo que tuve que comprar todo lo que no había en casa (vino, pan, brócolis, espinaca, zanahoria, remolacha, perejil, tomate, pescado, papel higiénico, huevos y no compré leche porque la mochila se pondría demasiado pesada para yo cargarla) con mi tarjeta de crédito, decidí hacer eso pero no lo hice y lo único “productivo” que hice en todo el día fue barnizar una de las 12 tablas del techo del gallinero, lo cual hice muy feliz de la vida porque me encanta pintar sea con brocha gorda o con pincel fino, aunque mi casa o mejor dicho mi rancho está un asco, todo lo contrario de la bella casa de mi hijo carioca. Pero fue muy bueno aunque triste que mi pobre ex–sapo no hubiese bebido vino porque según él mismo dijo, solamente beberá cuando pueda comprarlo de contado con dinero ganado con el sudor de su frente. Fue lo mejor y más conmovente que me sucedió ayer, aunque lo que me hizo llorar fue ver un capítulo de un seriado en japonés llamado “Natsu y Haru” o algo así que es una historia que tiene que ver en todo con la propia historia de mi vecina, mejor amiga, psico-analista y gran cocinera con quien no pude caminar porque llovíó mucho, muchísimo, menos mal que vivo a 975 metros sobre el nivel del mar.

martes, 26 de febrero de 2008

LA MUERTE




Anoche domingo 24 de Febrero de 2008, llegué a mi casa a las 11 y media después de haber pasado en Río de Janeiro capital 3 días en casa de mi hijo carioca, junto con su mujer mi nuera, mi nieto y mi hijita menor que vino de São Paulo invitada por un fotógrafo que cubre el estreno de las piezas de teatro cuya temporada se inició este fin de semana. El sábado ella estuvo en tres teatros y como se aburrió mucho porque las piezas no eran allá del otro mundo y su amigo habla mucho y escucha poco y ella estaba necesitando todo lo contrario para noç tener que pagarle a un psico-analista allá en São Paulo, decidió quedarse el domingo con su hermano carioca y su madre Yo, conversando en español (o portuñol) con nosotros sobre la venta de este terreno y dándome unos consejos buenísimos de cómo puedo ganar suficiente dinero (¡–es que ella debió haber estudiado economía-¡) con este terreno sin necesidad de venderlo, para vivir (lo que me resta de vida) una vida decente sin necesidad de trabajar. Lástima que para conseguir eso hay que trabajar, y la verdad es que ya yo trabajo demasiado porque al llegar aquí encontré mi casa terriblemente sucia y desorganizada aunque le agradezco a mi ex–sapo que haya terminado de lijar las tablas del techo del gallinero u hya cortado la grama. Allá en casa de mi hijo hablé por teléfono con mi única hermana, 5 minutos, y ella me contó que mi hija mayor estaba allí justamente a su lado y me dieron unas ganas locas de ponerme a conversar con ella pero mi hijo estaba mostrándome su reloj-pulsera para que cortase ya la llamada desde su celular. Yo estaba preocupada y nerviosa porque mi mamá se pone muy triste y deprimida cada vez que se muere alguien de nuestra familia, creyendo que ella va a ser la próxima, y quería contarle (lo que ella supo antes que yo) sobre el fallecimiento de nuestra tía ex-Primera Dama y yo quería pedirle (ya que ella sí vive una vida decente porque trabaja y por lo tanto puede echarle no solamente jabón en polvo a su lavadora sino también suavizante perfumado y asi mismo puede tener grandes conversaciones telefónicas de larga distancia), que llamase por teléfono a mi mamá...

EL DIABLO

Lo mejor que me sucedió el sábado 23 de Febrero de 2008 fue que llegó de São Paulo mi hijita menor trayendo los regalos que me enviaron de España mis otras hijas que viven allá: la mayor y la morena, lo cual fue una gran y bella sorpresa pues ni sabía que ellas me habían enviado nada y yo estaba esperando apenas los remedios que mi hermana había enviado para mi mamá a ver si podía enviarlos junto con mi Fe de Vida por FEDEX pero no pude porque necesitaba la receta médica. Inmediatamente comencé a usar uno de los regalos que era una crema triple acción (hidratante, nutritiva y protectora solar) pues ya era mediodía y a las 2 no se podrían entregar más encomiendas fedex y el sol estaba de empollar. Ese regalo y un pote gigante de crema Nívea me los mandó mi hija morena mientras que mi hija mayor me envió una cuerda de saltar elegantísima que mi nieto me quitó y solamente la soltó cuando se fue a dormir lo cual aproveché para quitársela y esconderla. Cuando regresé de la agencia fedex me encontré en la playa con mi hija menor, mi hijo carioca y mi nieto pero no me bañé sino que caminé con mi hijita menor por la arena conversando mucho y tomando muchas fotos pues ella está toda entusiasmada con su juguete nuevo que fue una cámara digital que se compró en España. Dejamos la playa y regresamos a casa donde mi nuera había preparado un bello de un almuerzo después del cual mi hijita menor se fue con su amigo fotógrafo de una revista que iba a cubrir el estreno de la temporada de teatro y había invitado a mi hija a acompañarlo. La primera pieza era infantil, la segunda juvenil y la tercera una comedia. Mi nuera, mi nieto y yo nos fuimos a una religiosa, donde el público también es actor. Era el culto de la Iglesia Universal del Reino de Dios que a mí, católica, apostólica y romana, me pareció un ritual de guerra preparativo para un combate a gritos y cantos maxi-decibélicos que ponen al enemigo (el diablo) en fuga.

LA CABELLERA

Lo mejor que me sucedió el viernes 22 de Febrero de 2008 fue que, al salir de aquí de mi casa y llegar a la parada del autobús, mi hijo carioca no había terminando de levantar la mano con el puño cerrado menos el dedo pulgar pidiendo conducción gratuita a los vehículos que pasaban yendo hacia Río de Janeiro Capital, cuando paró un carro que nos llevó hasta allá, dejándonos en el propio centro de la ciudad donde agarramos un autobús que nos llevó al consulado de Venezuela a buscar mi “Fe de Vida” que me otorgaron 2 horas después cuando llegó Grisette la Cónsul interina que ya se había ido de paseo de fin de semana pero la llamaron y regresó apenas para firmar mi documento y otro, urgente, de un inglés papá de la Miss Venezuela teen autorizándola a viajar; el tipo era idéntico a mi hijo mayor, y nos mostró la foto de la elección de su hija. De allí nos fuimos a comprar un pescado pero al pasar por una tienda de pinturas mi hijo entró y siguiendo mi consejo de vieja compró la tinta de la discordia que ocasionó su última fuga a casa de mamá. Entonces me pidió que lo esperara allí mismo cuidando nuestras mochilas mientras iba a la pescadería pero demoró tanto que me pareció que había ido a pescar el bicho, pero cuando apareció me dijo que había cola para limpiarlo, es decir, sacarle las tripas y las escamas. Entonces agarramos un autobús que nos llevó hasta la entrada del barrio donde vive y allí nos montamos en las grupas de sendas motocicletas que por fin nos dejaron en la puerta de su casa donde lo primero que hice fue bañarme y cambiarme de ropa porque hacía un calor de 37 grados Celsius. Cuando mi nuera que es una buena cocinera terminó de preparar el pescado nos sentamos y almorzamos con Rioja (Montecillo gran reserva 1995) después de lo cual me fui a dormir hasta que llegó mi nieto de la escuela. Entonces nos tomamos juntos un café muy delicioso y como mi cabello parecía una estopa de paja mi nuera me hizo un tratamiento mágico de belleza que transformó la estopa de paja en una sedosa y brillante cabellera.

FE DE VIDA

Mi momento mágico de ayer, jueves 21 de Febrero de 2008, sucedió cuando fui a meter una moneda de un real en el cerdito de barro que mi ex–sapo me compró hace tanto tiempo que ni recuerdo cuándo fue, unos 3 años, y donde solamente colocamos monedas de un real (más de US$ 0.50) y tuve que sacudirlo a derecha e izquierda para que la moneda entrara. Fue mi primera sonrisa del día pues había estado molesta tosiendo polvo de las tablas que ando lijando para barnizarlas. Pero lo mejor que me sucedió ayer fue que, después de haber lijado 4 tablas yo misma con un poco de miedo porque la lija eléctrica parece violenta y es algo pesada, conseguí que la quinta tabla, al pasarle la mano como una caricia, quedase lisita lisita, ay, qué placer inmenso, Lástima que faltan otras 6 tablas por lijar y, lo peor, no podré retomar ese servicio sino hasta que regrese de Rio de Janeiro capital a donde iré de aquí a poco pues tengo que solicitar una “fe de vida” en el consulado de Venezuela para enviársela por FEDEX a mi hijito mayor para que él siga cobrando y guardándome mi pensión de vieja. Después dormiré en casa de mi hijo carioca donde me encontraré con mi hijita menor que viene de São Paulo mañana sábado y regresa el domingo. Creo que allá soñaré con esas tablas. También ayer fui a la ciudad como casi todos los días a comprar vino, pan, leche, ajo, queso y, extraordinariamente dos calzoncillos o interiores para mi hijo carioca tamaño M color gris de la marca Zorba que son muy buenos y en Río de Janeiro capital son 50% más caros que aquí, y eso porque su mujer mi nuera le echó un regaño por haber comprado solamente uno la semana pasada cuando estuvo aquí refugiado porque ella lo había expulsado de su casa (pero él llegó aquí con el cuento de que quería aprender a ser herrero. Bueno, pero aprendió, gracias a Dios. No hay mal que por bien no venga).

viernes, 22 de febrero de 2008

Ayer, miércoles 20 de Febrero de 2008, recibí un mensaje de texto en mi celular TIM de mi hijito mayor donde escribía: “Mamá, definitivamente ¡Estás loca! Bueno, me voy a andar de bici”, como diciendo que iba a relajarse un poco andando en su bicicleta de 1200 euros porque nada lo dejaba más nervioso y tenso que mi indecisión. En mi caminata diaria por la bella Granja Comari con mi vecina y mejor amiga le mostré ese texto riéndome a carcajadas de que mi hijo fuese tan “norte-americano” y le diese a la vida un único valor: el valor monetario que se consigue trabajando como un loco día y noche de lunes a lunes. Más tarde comenté con mi hijo carioca (que continúa aquí para castigar a su mujer con su ausencia, esperando que ella le suplique que regrese prometiéndole que no lo va a fastidiar más diciéndole todo el tiempo que trabaje, que busque un trabajo, que si no encuentra trabajo que pinte la casa, que arregle esto o aquello) lo que nosotros tres, -mi hijo carioca, mi vecina y mejor amiga y yo-, consideramos más valioso de la vida que es disfrutarla lo más sencillamente posible, disfrutar sus pequeñeces gratuitas para lo cual se necesita un tiempo que el trabajo nos roba, y no entiendo pero me siento muy orgullosa de haber parido un líder innato de una extraordinaria personalidad y carácter como mi hijo mayor, serio, bravo, objetivo, honesto, tan diferente de mí y de mi hijo carioca, a pesar de que la diferencia de edad entre ellos es de apenas 7 años siendo que yo misma los crié a los dos, pero cuando estuve embarazada del primero yo era una máquina y 7 años después ya me había divorciado y estaba de nuevo embarazada pero de un hippie que le daba masajes mágicos en la columna tanto a mi mamá cuanto a los Beatles, no recuerdo si a todos o específicamente a alguno de ellos, lo leí en una revista que me regaló pues tuve que separarme de él justamente por ser herméticamente callado sobre todo durante las 5 horas en que practica yoga diariamente....
Ayer martes 19 de Febrero de 2008, le pedí a mi ex–sapo y ahora Príncipe Herrero, que interrumpiera el servicio que estaba haciendo (un parapeto para un novio que se va a casar cuando esté lista su casa) y fuese mi guarda-espaldas pues tenía que ir a un banco, sacar en efectivo 1.860 reales (= mil dólares) y llevarlos a otro banco a una cuadra de allí para depositarlos en la cuenta de la agencia de viajes donde le reservé a mi hijo carioca su pasaje para irse a trabajar a Barcelona de España el 30 de Marzo. Ni necesitaba haber ido con guarda–espaldas porque gracias a Dios esta ciudad pacata donde vivo es casi del primer mundo y muy raramente sucede cualquier tipo de asalto. Por eso lo mejor que me pasó ayer fue haberme librado de ese compromiso que me tomó varias horas de trabajo como secretaria de mi hijo carioca buscándole en la Internet vuelos que se adaptasen a sus deseos, como quedarse en París casi un día. Cuando regresamos del centro de la ciudad, me fui a dormir mi pre-siesta (porque no la duermo después sino antes del almuerzo para no engordar) de una hora y al levantarme escuché la voz de mi hijo carioca. Entonces almorzamos juntos y como comenzó a llover y él habla muchísimo nos quedamos toda la tarde de tertulia hasta la hora de la cena, después de la cual nos pusimos a ver una película con Mel Gibson haciendo el papel de bandido, los tres acostados sobre mi cama pero mi hijo se fue a dormir a su cuarto medio bravo porque yo me quedé dormida cuando la película estaba casi terminando. Él me contó cosas muy tristes sobre su relación con su mujer, razón por la cual se había venido a descansar de ella aquí. Lo peor es que mi estúpido ex–sapo que odia a mi nuera, anda metiéndole caca en la cabeza al bobón de mi hijo que le hace caso. Esta situación me deja tensa y solucionarla va a ser más difícil que darle un jaque mate a mi contendiente el magnífico ex–novio de mi hijita menor con quien juego todas las madrugadas dos partidas (en una yo con las negras y en otra con las blancas) por la Internet.

LA CAMINATA

¡Dios mío, Dios mío! Mi hijo mayor está furioso conmigo. Hoy, lunes 18 de Febrero de 2008 me envió un mensaje de texto a mi celular TIM regañándome (entendió equivocadamente lo que le dije esta mañana en un E–mail). Él cree que yo no quiero ir en autobús a Venezuela pero sí quiero que mi mamá viaje en autobús, ella que tiene 86 años. Pobrecito mi hijo, está muy nervioso, tenso, o yo no me expresé correctamente o él no leyó con atención lo que escribí. O como dice Chávez (no el presidente de Venezuela sino el vecino de Quico ex–Chapulín Colorado) “nadie tiene paciencia conmigo”. Gracias a Dios mi hijito es una persona tan pero tan honesta que no entendió la trampa que hace la amiga de mi hijo menor que es brasileña pero trabaja como profesora de economía en una universidad en Venezuela, una trampa para driblar o engañar la fiscalización que controla la fuga de dólares. Bueno, mañana por la mañana cuando me conecte a la Internet le explico el asunto a ver si consigue entenderlo. Por lo demás hoy fue un día maravilloso. Compré, compré, compré. Y sin tener ni un único centavo. Usé mi tarjeta de crédito para pagar barniz, lija, bloques, cemento, alambre quemado, hierro frisado, arena, piedra, vino, pan, lechuga, tomates, caraotas, leche, dulce de guayaba, harina de trigo y línea dental. Y en la noche me llamó por teléfono Manoela para decirme que el jueves me deposita 150 reales = 75 dólares (que cubren 90% de lo que gasté hoy) para reservar mi salón para fiestas, no para una fiesta sino para filmar un comercial de televisión. También fui muy feliz pintando las tablas que mi ex–sapo lijó con una máquina eléctrica. Lástima que se me olvidó almorzar con unos garbanzos que mi vecina, mejor amiga y gran cocinera me regaló ayer después de nuestra caminata diaria que hoy no hicimos porque llovió y relampagueó desde las 3 de la tarde hasta ahorita que son las 8 de la noche.



Hoy, domingo 17 de Febrero de 2008, primer día de horario normal o de invierno, recibí muy temprano un mensaje de texto en mi celular TIM de mi hijo mayor diciendo que había conversado con mi mamá para saber si ella quería venir a Brasil en vez de yo ir a Venezuela y que ella le había dicho que no. Entonces estuve pensando que con mi dinero que tengo allá, mi propio hijo mayor podría comprar un pasaje Caracas-Curaçao-Caracas y obtener así el derecho de una cuota de dólares en su tarjeta y él podría mandarme la tarjeta suya por fedex y yo usarla aquí (la idea fue en realidad de mi ex –sapo). Él allá podría sacarse otra tarjeta en otro banco aunque lo ideal es que fuese de una mujer preferiblemente parecida conmigo por si me piden identificación yo mostraba una copia del pasaporte por ejemplo de mi mamá. Pero ya le envié a mi hijo mayor un mensaje pidiéndole que me reserve para el 27 porque de repente él quiere que yo vea a mi nieto que no veo desde hace casi un año. O de repente puedo agilizar la venta de la casa de Caracas o del cuadro del viejo. Y sobre todo podré descansar porque aquí no paro un instante. Quisiera dejar listo y en uso el castillo de las gallinas. Tengo que agarrar el vuelo en São Paulo y antes visitar a mi nieto carioca en Río de Janeiro. El momento mágico de hoy fue navegar 5 minutos en el computador velox banda larga de mi vecina y mejor amiga que está en el cuarto maravilloso de su hijo Martius, médico, ingeniero, soltero, cuarto que nunca usa porque prefiere dormir cerca de su trabajo allá en Rio de Janeiro capital para no contribuir con la polución del mundo mediante el uso de transportes automotores. Él no usa su cuarto pero uno siente como si él estuviese allí, por los cuadros que están en las paredes, la colcha de la cama, etc. Claro, yo estaba feliz porque el marido de mi vecina y mejor amiga me acababa de prestar una lija eléctrica para pasarle a las tablas del techo del castillo de las gallinas antes de echarles el barniz, lo cual ya comencé a hacer y fue lo mejor que me sucedió hoy.

miércoles, 20 de febrero de 2008

...Y VIVA EL VINO

Lo mejor que me pasó ayer sábado 16 de Febrero de 2008 fue levantarme a las 4 de la mañana (como casi todos los días), subir aquí al segundo piso de mi casa, prender el computador (o la computadora como dicen en Venezuela), conectarme a la Internet, abrir mi caja de correos hotmail, ver que tenía un E-mail de mi hijita mayor y ... leerlo. Porque gracias a Dios mi hijita mayor y sus tres hijitos o hijitas porque uno o una está en su vientre, están bien y, sobre todo y por fin ¡FELICES!. Después en la noche cuando me conecté de nuevo a la Internet mi hermana me confirmó todo, que habían llegado a Sevilla a pasarse 15 días para descansar del frío y de los estresantes horarios estrictos de Barcelona, del humo del cigarro del abuelo y de los pelos de los dos Golden Retrievers que viven junto con ellos dentro del mismo apartamento. Pero el momento mágico de ayer fue cuando me desperté de mi siesta y fui a ver lo que Luis Vigilante (ayer Luis Albañil) había hecho mientras yo dormía, y casi me desmayo y lloro de emoción de ver el castillo para mis gallinas maravillosamente bello listo para recibir apenas su corona, es decir, el techo. Aunque me endeude, –cosa que no hago desde hace muchos años-, mañana compro las joyas de la corona. Después del momento mágico vino el momento ordinario. Mi hijito mayor me llamó por teléfono para decirme que si me enviaba 500 dólares comprados en cambio negro o paralelo, se me iba solamente en eso la mitad de todo lo que él me ha guardado en casi un año de mensualidades de mi jubilación o pensión de vieja. Entonces le prometí que el lunes (mañana) iría al banco a pedir un préstamo para comprar un pasaje a Manaus y de allí irme a Venezuela en autobús. Pero creo que mejor le mando otra "fe de vida" y continúo mi vidita sabrosa aquí donde no me falta nada gracias a que este pobre país no exporta petróleo sino uvas para hacer vino y tiene muchas vacas que dan muuuuuuuuucha leche.

martes, 19 de febrero de 2008

LA CARAMBOLA



Hoy, viernes 15 de Febrero de 2008, fue un día maravilloso. Mi vecina y mejor amiga fue a Rio de Janeiro capital y me trajo una bolsa como de 3 kilos de carambola, una fruta que adoro y solamente la vine a probar aquí en Brasil cuando yo tenía más de 40 años de edad. Sabe a kiwi pero es más dulce y tan jugosa como la uva y no sé cómo se llamará en Venezuela, pero el año pasado vi que un buhonero estaba vendiéndola allá. En las 14 especies de mi proyecto de arborización del Nordeste no está esa fruta pero la colocaré. Debe dar un vino delicioso. Pero lo mejor que me pasó hoy fue que mi ex–sapo hizo de las tripas corazón y me dio cien reales para que pagara la madera del techo del castillo de las gallinas, madera que llegó a las 10 y media de la mañana. Yo quería ponerme inmediatamente a lijarla y barnizarla pero llegaron de visita un sobrino de mi ex–sapo y su jefe al que le trabaja como chofer particular. Menos mal que fue una paradita de 15 minutos y no tuve que ponerme a hacer café para ellos. Pero como hoy es el cumpleaños (29°) de mi hijo carioca, tuve que salir para ir al centro de la ciudad a hacer lo que me pidió: reservarle en la Internet su vuelo a Barcelona que sale de Río de Janeiro el domingo 30 y llega a Barcelona el lunes 31 de Marzo por Air France, porque en un lan house o cyber café navego por 3 reales y aquí en mi casa por el doble siendo que además soy interrumpida por llamadas telefónicas, visitas y constantes pedidos de "lanchiños porque está con hambre" de mi ex–sapo. Después me llamó Manoela para reservar mi salón para fiestas no para hacer una fiesta sino para trabajar filmando un comercial. Como solamente va a ocupar el área 6 horas le cobraré apenas 250 reales. El lunes me deposita 50%, gracias a Dios, porque necesito mucho ese dinero para el barniz de las tablas del techo de mi bellísimo y amado gallinero.

EL AGUACATE



Hoy, miércoles 14 de Febrero de 2008, le conté a mi vecina y mejor amiga mientras caminábamos de tarde por la bella Granja Comari, que esta mañana cuando el despertador tocó a las 4 me desperté de un sueño que no era una pesadilla pero era asqueroso pues yo me exprimía la pierna y salía algo un poco menor que una metra, redondo, negro y peludo y yo decía que era porque había llovido mucho y aquello había “germinado” como una semilla. Ese sueño me dejó intrigada y asustada pues yo estaba en Los Chaguaramos, una urbanización vecina de Los Rosales donde está la casa de nuestra propiedad que está a venta. Pero estuve ayudando a mi ex–sapo en su taller de herrería haciendo cálculos matemáticos y marcando milimétricamente las piezas de hierro que él tenía que cortar, perforar, soldar, etc y se me olvidó lo del sueño. Hasta que llegó el mecánico a colocar en nuestro carrito (escarabajo fusquiña verde 1969 que nuestro vecino Sebastián llama de “Aguacate”) unas piezas que le compramos nuevas y entonces nos contó que gracias a las gotas de jugo de jengibre que yo le había colocado ayer (después de que estuvo 3 horas jurungando el carro hasta que descubrió las piezas que teníamos que cambiarle para que prendiera) en el oído que le dolía muchísimo, hoy le había salido una bola un poco menor que una metra, negra, peluda, medio blanda y se le había pasado el dolor de oído. Estaba muy feliz por eso y me lo agradeció muchísimo. Entonces mi vecina y mejor amiga me dijo que yo era una bruxona de verdad porque esa de colocar jugo de jengibre en el oído, -ella que sabe tanto de remedios y medicinas y enfermedades-, ella no lo sabía. Entonces le conté que me lo había enseñado un acupunturista español en Venezuela una vez que me dio un dolor de oído terrible después de que recibí una llamada telefónica en que escuché un bollo que me había echado el padre de mis menores hijos.

miércoles, 13 de febrero de 2008

LA PRISIÓN




Hoy, martes 12 de Febrero de 2008, comenzó mi vida normal de 2008, a las 3 de la tarde cuando mi hijo carioca recibió una llamada telefónica en la que le pedían que se presentase a las 5 de la tarde en un evento de esos en los que él es camarero y gana cien reales (unos 50 dólares) por 6 horas de trabajo. Él intentó encontrar quien lo substituyese pero no consiguió entonces se bañó y agarró el primer transporte público que pasó bajando hacia Río de Janeiro capital y al mismo tiempo su mujer salía de su casa para llevarle el uniforme al lugar del evento. Estuvo aquí una semana y ya estoy engripada, creo que me puse triste con su partida además de que ni dormí siesta pues recibí un torpedo (mensaje de texto al celular) de mi nuera de Venezuela preguntándome si me compraba un pasaje de 900 dólares pero como mi celular no tenía suficientes créditos, no pude responderle con otro torpedo, entonces me puse a escribirle un E –mail. Hacía muchísimo calor y ya se lo había escrito y estaba a punto de enviárselo cuando escuché un ruido extraño (dentro del estabilizador de mi computador) seguido de un trueno que me dejó paralizada. Inmediatamente apagué el estabilizador y me fui a la ciudad a un lan house o cyber café a escribirle a mi nuera pidiéndole que entrase en la dirección electrónica donde encontré vuelos por 732 dólares. De regreso a la parada del autobús, al pasar por el lado de unos pordioseros que estaban en las escaleras cubiertas del edificio abandonado donde estuvo el bingo, pensé que ellos no eran criminales, no asaltaban a nadie y por eso eran tan pobres, y además eran libres sobre todo por no estar presos a lo que yo acababa de hacer que era pagar las cuentas de luz y teléfono....y eso que no pago cuenta de agua ni de alquiler. Pero uno mismo se construye su propio presidio y allí se queda hasta el día en que hace como un tío de mi nuera de Venezuela que es ingeniero electrónico y largó todo, familia, casa, carro, empleo, ropas, joyas, remedios, muebles y se fue a vivir una vida pura.

martes, 12 de febrero de 2008

EL APRENDIZ



Ayer, domingo 10 de Febrero de 2008, después de que volví de mi caminata con mi vecina y mejor amiga, mi ex–sapo y ahora príncipe, se puso la mochila en las espaldas y agarró el autobús de las 6 y media de la tarde para ir al supermercado a comprar vino pues mi compañera de caminata tuvo miedo de ir hasta el supermercado ya que los truenos anunciaban tormenta. Entonces me quedé en la cocina conversando con mi hijo carioca aprendiz de herrero y de repente oímos como si se hubiese quebrado un vidrio y él se asustó visiblemente, yo no sabía por qué pues estaba de espaldas, cuando vio entrar en la cocina por el hueco por donde salen los cables de electicidad, una chispa de fuego. E inmediatamente oímos el trueno ensordecedor. Felizmente ya habíamos desenchufado el teléfono, los radios, el computador y las televisiones y, a éstas, les habíamos quitado las antenas y habíamos apagado todas las luces. Antes de haber pasado diez minutos tocaron los celulares o móviles y uno era Jeanpaulo el que hace la manutención de las antenas para saber si teníamos luz y el otro era mi nuera de Venezuela para que le confirmara la fecha de mi viaje. Total, cuando paró la tormenta y la lluvia, fui cargando una linterna con mi hijo a donde está el reloj medidor de electricidad a conectar los disyuntores que se habían trabado cuando, estando en eso, paró un carro en la calle y una voz femenina me llamó. Le dije que se esperara un poquito pues Jeanpaulo le daba instrucciones por el celular a mi hijo sobre cómo debía proceder, y cuando pude me acerqué al carro y pregunté que quién era que me había llamado y era la madrina de mi nieta mayor que andaba elegantísima pues iba para un baile con su más reciente novio, un tipo que me pareció muy buenmozo. Después se acercó mi hijo que creo que también fue noviecito de ella hace algunos años y cuando nos despedimos él le dijo al tipo que cuidara muy bien a esa morena.

domingo, 10 de febrero de 2008

SUEÑOS



Los días pasan y se convierten en noches y las noches pasan y se convierten en otros días, y otras noches, y los sueños pasan y se convierten en pesadillas o en realidades maravillosas o tristes realidades, pero ayer sábado 9 de Febrero de 2008 mi día valió la pena de ser vivido porque Dios escuchó mis oraciones y mi ex –sapo recibió, -de dos clientes que le estaban debiendo sus servicios de herrero-, 130 reales (unos 65 dólares) con los que compró más de dos litros de vino para nosotros tres (mi hijo carioca, -que está aquí aprendiendo a ser herrero a los 28 años de edad-, él y yo), pagó el hierro que anteayer yo iba a pagar con mi tarjeta de crédito, me regaló una mermelada dinamarquesa de ciruela que cuesta tres veces más que la brasileña (lo mejor que me sucedió en el día), y todavía le sobró para comprarse un pantalón que estuvo buscando por toda la ciudad en compañía de mi hijo pero no encontró del gusto de él que es un gusto pasado de moda. En la mañana antes del desayuno subí a mi capilla como hago todos los sábados, pero no solamente con mi bella perra Au –au de 12 años de edad, sino también con mi hijito carioca el rey Baltasar quien hizo un trabajo magnífico limpiando la escalera que estaba irreconocible pues las ramas de los árboles la estaban cubriendo sobre todo los últimos 250 escalones a los que mi barrigudo ex –sapo nunca consigue llegar para hacer esa limpieza y yo no tengo suficiente fuerza y rapidez muscular para cortar con el machete o con la hoz o el hacha las ramas. También nos reímos mucho a carcajadas escuchando los cuentos o historias o chismes de mi hijo que habla mucho, muchísimo, podría ser locutor de radio. Él me está enseñando a hacer vino (que aprendió a hacer con mi hijo mayor) para que no suframos mucho cuando no tengamos con qué comprarlo, aunque me recomendó que parara de tomarlo yo que consigo controlarme y consecuentemente mi ex –sapo también pararía, tal y como sucedió con el cigarro. Entonces tomé la decisión (¿irrevocable?) de no comprar vino con mi dinero, que es el que gano de regalo de mis hijitos y con el alquiler de: las antenas, mi Salón para Fiestas y el estacionamiento de la kombi de doña Rita.

sábado, 9 de febrero de 2008

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Lo mejor que me pasó ayer viernes 8 de Febrero de 2008 fue que la lluvia dio una tregua en un día en que Luis Vigilante no estaba de guardia y pudo venir a trabajar como albañil en la construcción del castillo de las gallinas. Fue maravilloso porque ya terminó de levantar las paredes y el próximo paso será el techo. En total ha trabajado 24 horas (distribuidas en 4 días). Como ni imaginábamos que el día sería de sol (y lo fue pero solamente hasta las 4 y media de la tarde cuando Au –au mi bella perra se puso a temblar, -como siempre hace antes de una tormenta de relámpagos y entonces entra en la casa a como dé lugar para esconderse toda acurrucadita debajo del escritorio de mi 4° suegro, abuelo de mis dos hijos menores), yo me puse muy nerviosa porque habíamos hecho otros planes para ese día en que supuestamente mi hijo carioca, mi ex–sapo y yo saldríamos a pasear (aunque era a hacer compras a un lugar que queda muy lejos, que es la tienda donde venden material de hierro que necesitamos para que mi hijo carioca practique la herrería mientras comienza un curso que le va a costar “muy caro” y quiere ir preparado para aprovechar lo más que él pueda e incluso después del curso quedarse aquí practicando hasta el 1° de Abril que es cuando pretende irse a España) y estuve todo el día muy agitada porque para completar llegaron 2 clientes de mi ex–sapo (ex–sapo porque ahora es Príncipe Herrero) y dos amigos y un cliente de mi Salón para Fiestas y mi pobre hijo carioca tuvo que ir furioso a la ciudad a comprar carne para el almuerzo reclamando de que donde él vive la carnicería está al lado de su casa, mientras yo hacía un arroz que supe, en la noche cuando nos sentamos para cenar, que Luis Vigilante-Albañil había pronosticado que el arroz iba a estar muy bueno al día siguiente para quebrarlo con un mazo y una tajadera. Dicho y hecho, pero no fue al día siguiente sino unas horas después.

viernes, 8 de febrero de 2008

SEVILLA



Ayer, jueves 07 de Febrero de 2008, recibí un email de mi hija mayor pidiéndome para enviarle el propoleo (como le dicen en España a la própolis) a su casa de Barcelona y no a la casa de mi única hija morena en Sevilla. Entonces apresadamente tuve que desbaratar la cajita que ya yo había llevado al correo el miércoles pasado y me la rechazaron porque faltaba el recibo fiscal de la tienda donde había comprado el propoleo y una receta médica. Al día siguiente fui y molesté a mi dentista el Dr. M. P., el eterno candidato, para pedirle la receta médica pero al llevarla a la oficina principal de correo que es de donde salen más rápido las encomiendas pero donde son más estrictos, me dijeron que ahora el médico tenía que rellenar un formulario que me entregaron, sellarlo y firmarlo pues no valía más nada la simple receta médica. Total, regresé donde M. P., pero él ya se había ido de su consultorio y también de su casa con su mujer y su hija a pasarse las vacaciones de carnaval a no sé dónde, y de donde regresó anteayer miércoles de ceniza y solamente ayer reabrió su consultorio así como reabrió todo, los bancos, el correo, aunque no las escuelas que reabren el lunes 11. Como diría mi tatatatarabuelo Francisco de Miranda, “bochinche, nada más que bochinche”. No sé cómo habrá hecho mi pobre hija con mi pobre nieta que necesita con urgencia ese propoleo. Pobrecitas las dos, me imagino que deben estar sufriendo más que Jesús y su madre María en El Calvario pero lo mejor que me pasó ayer fue haberme librado de ese compromiso y finalmente haber enviado esa bendita cajita donde también iba un CD que a mi hijo carioca le fascinó cuando se puso a verlo mientras yo preparaba su crepe de queso y pasta de espinacas para desayunar, CD que yo le estaba enviando originalmente a mi única hija morena. Él me contó que en diez minutos mi yerno catalán le había dado un jaque mate a mi hijito menor a quien antes en todos sus 24 años de edad solamente un alemán (que se casó con la mejor novia que mi hijo menor tuvo) le había hecho en un juego de varias horas.

jueves, 7 de febrero de 2008

LA PAELLA



Me parece que ayer, miércoles de ceniza, 6 de Febrero de 2008, fue un día desperdiciado porque no hice nada, pero en Meu Primeiro Programa (de radio) escuché que “Un día desperdiciado es aquel en que no tenemos una buena risada (o damos una buena carcajada) y creo que mi hijo carioca no me dejó tocar teclado y cantar como me gusta hacer una hora cada día, ni me dejó escribir este diario, pues se ponía a contarme cuentos y más cuentos que en realidad eran historias y más historias o mejor dicho, chismes y más chismes sobre mil cosas, y en varios momentos me reí muchísimo. Para el almuerzo, que yo quería que fuese muy especial porque mi ex–sapo cumplía 51 años, traté de hacer una paella y estuve toda la mañana metida en la cocina y la hice pero quedó blanca y no como todas las paellas que me comí en la vida que eran rosadas, casi marrones. A mí me gustó muchísimo y no conseguía parar de comer mientras mi hijo carioca hablaba y hablaba a la hora del almuerzo pero mi ex–sapo se la tragó como un remedio y no repitió y dijo que esa “cachapa” habría quedado más sabrosa con más pescado. Pobrecito, estaba muy triste, creo que se sentía muy solo, sin nadie con quien hablar, ya que mi hijo le robó su interlocutora, además de que se siente muy mal porque soy yo quien está haciendo las compras de comida con mi dinero cuando es casi siempre él quien las hace con su dinero y entonces compra 5 litros de vino para bebérselos en un solo día (yo compré 2 ayer y nos bebimos solamente uno), y va a la carnicería donde yo ni siquiera entro porque me da nausea el olor, y compra un kilo de carne con bastante grasa y se come él solo todo el kilo de carne en dos sentadas... Voy a ver si hoy rezo para que le aparezca un buen cliente queriendo un servicio grande de herrería. Por ahora está trabajando gratuitamente como profesor de mi hijo carioca que tiene casi 30 años de edad. Me pregunto si mi hijo es o no es todavía un “loro viejo” de esos que no aprenden a hablar, que es lo que mi ex–sapo le repite a mi hijo a cada momento porque lo que fue él, aprendió herrería cuando tenía 14 años.

miércoles, 6 de febrero de 2008

LA NUERA




Ayer, martes de carnaval, 5 de Febrero de 2008, mi hijo carioca que nació en Sevilla y pretende irse a vivir a España el 15 de Abril, comenzó a aprender a soldar y por lo tanto mi ex–sapo se convirtió finalmente en su vida en profesor y estuvo todo el día muy feliz por eso pues su único hijo biológico nunca quiso saber nada de esa profesión poco noble de herrero o soldador y por lo visto en España todo el mundo piensa igual al único hijo biológico de mi ex–sapo (y ahora también profesor), porque allá le pagan muy bien a los escasos herreros que hay. Y yo, que estaba contentísima porque la familia Ballena Caracol se había ido y supuestamente ahora tendría todo mi tiempo para escribir este diario (lo que hago en 15 minutos si nadie está pendiente de mí), buscar la foto que acompaña lo escrito (a veces me distraigo en eso hasta media hora pero con la familia Ballena Caracol rodeándome, siempre era más de una hora), tocar mi piano o mi teclado, leer mientras desayunaba y almorzaba (20 poemas del padre de mis hijos menores), rezar y en fin mis actividades rutinarias, tuve que meterme en la cocina a ayudar al ex–sapo a preparar almuerzo y cena lo más parecidos posible a los que prepara mi nuera carioca que nació en Maranhão, y a conversar con mi hijo, o mejor dicho, apenas escucharlo porque habla muchísimo. Cuando llegó anteayer me dijo que su mujer se había puesto brava con él porque quería que él pintase la casa y comprase las pinturas. Pero él le contestaba que pintaría la casa pero de ninguna manera compraría las pinturas, cosa que le tocaba a ella ya que ella tiene muchísimo más dinero que él, pues recibe todos los meses su pensión de viuda de su primer marido. Entonces ella le pidió que se fuera de su casa y él se vino para acá también muy bravo. Pero ayer me dijo que pensándolo bien él podría comprar 50% de las pinturas y pintar la casa. Y anoche estaba tan triste que estoy segura que hoy me dirá que comprará las pinturas, 100%, y pintará la casa.

martes, 5 de febrero de 2008

TRAGANDO SAPOS



Ayer, lunes 4 de Febrero de 2008, el marido de la hermana menor de mi ex–sapo la llamó por teléfono para decirle que estaba muy enfermo y que por favor bajara a Río inmediatamente con su hijita. Y ella le dijo que no, porque estaba lloviendo muchísimo y ya era muy tarde. Entonces decidieron irse todos juntos hoy por la mañana lo que me dejó aliviadísima pues su intención era quedarse 6 días más. Sin embargo, lo que más me gustó fue haber jugado una partida de ajedrez con Hiago y constatar que soy una buena profesora (o que el muchachito es inteligentísimo a pesar de no saber leer ni escribir nada bien para su edad de 11 años) pues casi me da jaque mate. Yo ya estaba traumatizada con mi ex–sapo que demoró meses para aprender y más de un año en darme jaque mate a pesar de que jugábamos todos los días; tanto, que me envicié y cada vez que viajaba fuese a Venezuela o a España sufría, no apenas por lo de siempre, porque me hacía falta mi agua mineral natural potable gratuita y abundante para tomar baño y para todo y mi almohada de pluma de pecho de ganso y los huevos frescos de yema roja de mis gallinas criollas al desayuno, sino también las diarias partidas de ajedrez con mi ex–sapo donde casi siempre yo era la vencedora. Pero hace más de un año que las juego por Internet con JP, el ex-novio de mi hija menor en el site de queenalice.com, sobre todo como un remedio pues dicen que es bueno para mantener la salud de la memoria y alejar el mal de alzeimer, aunque de repente eso es genético y en toda mi familia solamente conozco un caso por mi lado materno. También ayer mis cuñadas hicieron la torta que era para haber sido hecha mañana que es el cumpleaños de mi ex–sapo (51) pero lo adelantaron, por ellas tener que adelantar su regreso, y la torta estaba muy sabrosa y yo comí mucho. En la noche llegó mi hijito carioca sin mi nieto pues su mujer de nuevo lo expulsó de casa aunque no como la otra vez, drásticamente, sino, como ella misma me dijo, para descansar un poco de él porque no lo aguantaba más. Es que nada es perfecto. Me trajo una botella de aceite de oliva español extra-virgen, lo mejor que me pasó ayer.

lunes, 4 de febrero de 2008

LA FLORIDA



Ayer, domingo 3 de Febrero de 2008, me sentí la mujer más feliz del mundo cuando fui a conferir mi saldo en la cuenta corriente (y así saber si podría pagar la cuenta del abultado mercado que mi ex-sapo estaba haciendo para llenar nuestras barrigas y las de casi todos los miembros de su familia que están pasando vacaciones con nosotros) y vi que mi cuenta corriente también estaba abultada, gracias a Dios y me imagino que a a la generosidad de mi hijita mayor y la honestidad de mi hijita menor, después de lo cual pagué y me fui a la misa que había mandado a rezar por el alma de la madre de mi primera comadre. Cuando llegué a la iglesia el padre (que no era el padre N., a quien le debo una disculpa por un email que le escribí y que él me respondió con tremendo bollo), que es joven, bello y apresurado, ya estaba por el sermón de manera que cuando mi ex–sapo estaba llegando a la iglesia cargando con todas las compras ya yo estaba saliendo de la iglesia, donde de rodillas agradecí a Dios por todo lo bueno que me sucedió durante toda la semana y le pedí perdón por mis ridículas lamentaciones. Volvimos a casa y casi dos horas después almorzamos todos juntos en nuestra mesa redonda y ellos, no sé si para que yo no pensara que eran unos tragones, apenas ensuciaron los platos quizá porque ya estaban de barriga llena de galletas que es lo que trajeron en sus maletas y siempre están todos masticando, pobrecitos, ya mi compasión asquerosa por ellos se está convirtiendo en cariño amistoso y me divierte mucho su compañía, sobre todo la des los niños que solamente me largan cuando no está lloviendo y tienen que salir obligados por sus padres y junto con ellos a caminar y enfear la florida Granja Comari, no tanto paseando por ese bello y aristocrático lugar sus cuerpos deformados por el exceso de peso, sino sus maneras, peinados, ropas y ausencia de algunos dientes.

domingo, 3 de febrero de 2008

CUMBRES BORRASCOSAS



Hoy, sábado 2 de Febrero de 2008, como no estaba lloviendo, vino Luis Vigilante y estuvo hasta las 5 de la tarde trabajando como albañil en mi castillo para las gallinas. Pero hoy no estaba de muy buen humor. Creo que se molestó porque las ventanas eran redondas en su parte superior y él sufrió mucho cortando y cortando bloques hasta encontrar la forma requerida. Por lo demás, he estado todo el día jugando con Hiago (11 años) y Carolina (8), sobrinos de mi ex-sapo, que no se despegan de mí: “tía esto” “tía aquello”, “tía lo otro” y yo no hallo cómo zafarme de ellos sin herirlos. A Hiago ya le enseñé a jugar ajedrez y lo estoy enseñando a leer pues en el momento que consigue terminar de leer una palabra, olvida la anterior. A su edad yo leí “Cumbres Borrascosas” de Emily Bronte, y creo que la lectura de ese libro me impresionó de tal manera que eso tuvo que haber influenciado en el hecho de yo estar viviendo en este lugar desde hace 23 años, un lugar donde el viento sopla por lo menos 200 de los 365 días del año, y no es una brisita sino verdaderos vientos huracanados, sin hablar de las tempestades de rayos y relámpagos que queman todos los aparatos electrónicos que estén conectados y quiebran los bombillos que estén prendidos. Antes de mí, nunca nadie vivió aquí, compré el terreno virgen porque tenía vista para lo que yo creía que era “el mar” pero es la bahía de Guanabara. Cuando compré, hacía diez años que la entonces dueña intentaba vender este terreno y coincidentemente hacía diez años que yo buscaba un terreno de 60 mil metros cuadrados, con vista para el mar, a más de 600 metros sobre el nivel del mar, entre los trópicos. Fue todo como que milagroso, porque el vendedor me dijo que el terreno costaba 20 millones de cruceiros (¿o cruzados?), pero cuando fue a entregarle el plano a la amiga donde yo estaba alojada, se enamoró de ella y le dijo que me dijera que no pagara más de 8 millones por este terreno, y era exactamente 8 millones lo que yo tenía. Me pregunto cuáles eran los criterios de la Inquisición para decidir si una mujer era o no bruja.

sábado, 2 de febrero de 2008

LA VISITACIÓN



¡Dios mío, Dios mío! ¡Qué día! Hoy, viernes 1° de Febrero de 2008, el marido de mi vecina y mejor amiga se quedó espantado de que yo hubiese querido ir a caminar con su mujer a las 4 y media y no a las 5 y media de la tarde (como siempre hacemos) y comentó con su mujer que probablemente yo estaba queriendo huir de mi casa pues él había visto que había mucha gente en el jardín. Y es que esta mañana llegaron la hermana menor de mi ex–sapo, con su hija y la mamá del nieto de la hermana mayor (estos dos últimos ya están aquí desde hace una semana) y a las 4 de la tarde aparecieron de visita Jeanpaulo (el que arregla las antenas cuando se dañan) con su mujer y su hijita. Como mi ex–sapo está con muy poco servicio, cosa natural en el mes de Enero, yo he tenido que usar mi tarjeta de crédito para que no nos falte "pan" en la mesa (es decir: pan, vino, frijoles, etc.). Ya me parece un abuso que yo tenga que hacer eso cuando estamos aquí solos,¿y entonces, alimentar un ejército formado por los miembros de la familia Ballena Caracol...? Así que hoy colocamos el letrero ‘VENDO’ que estaba listo hace mucho tiempo pero yo no me sentía con tantas ganas de vender esto como me sentí hoy (aunque adoro este lugar). Ellos me imponen su presencia. El padre de mis hijos menores escribió un Estatuto Fundamental de la Humanidad que me parece utópico, porque ¿cómo podría yo expulsar esa familia Ballena Caracol de mi casa, a ellos que vinieron a pasarse aquí las vacaciones de Carnaval creyendo que nos harían muy felices con su presencia ya que están cansados de que los invitemos a venir (cuando tenemos dinero para llenarles la barriga)? Ellos estuvieron juntado dinero para el pasaje durante muchos meses. Yo siento compasión por ellos. Comen pan sin nada y parecen de gelatina: gordos, barrigudos y muy lentos para todo, hablar, caminar, menos para comer. Se tragan la comida prácticamente sin masticarla y siempre están hablando todos juntos a gritos. Lo mejor que me pasó hoy fue salir a caminar con mi vecina y mejor amiga a pesar de que ella solamente me contó las porquerías médicas que ve en su programa predilecto, un tal de House. No sé, creo que salí de Guatemala y entré en Guatepeor.

viernes, 1 de febrero de 2008

LA PERRA




Hoy, jueves 31 de Enero de 2008, por fin y después de 2 semanas seguidas lloviendo, conseguí ir a mi huerta a donde siempre voy de media a una hora antes de mi desayuno, con Au-au mi perra bella. Pero hoy mi ex –sapo también fue (me imagino que por el placer de andar bajo el cielo sin paraguas ni guarda–lluvia). Y cuando estábamos regresando de la huerta, con sus inmensos ojos de sapo, dentro de una caverna abandonada que empezó a cavar mi hijo carioca cuando tenía 8 años para hacer su propia casa y que ahora, diez años después, ya está cubierta por una cortina de vegetación, descubrió un nido con 6 inmensos huevos de alguna de nuestras gallinas, de donde cogimos 4 dejando 2 y, -lo mejor que me pasó hoy-, fue haber desayunado con un huevo de nuestras gallinas criollas deliciosísimo, de yema roja, después de un ayuno de 2 semanas comiendo huevo de supermercado. No veo la hora de terminar ese gallinero, pero todavía falta mucho. Miento, lo mejor que me pasó hoy fue recibir emails de mis hijitas la mayor y la menor avisándome que tendré cincuenta euros para gastar con mi gallinero (además de que, al ir a la caja electrónica de mi banco y solicitar mi saldo, descubrí que la Tracker (compañía que hace rastreo por satélite y tiene una de sus antenas en mi terreno) ya me había depositado la mensualidad, lástima que se va siempre toda en pagar luz y teléfono). Inmediatamente hice un pedido de bloques, cemento y piedra para que el sábado Luis Vigilante continúe trabajando como Luis Albañil. También hoy a las 5 y media de la tarde fui a caminar con mi vecina y mejor amiga a pesar de que acababa de llegar de la ciudad caminando cargada con una mochila pesadísima porque estaba interdictado el paso de vehículos desde el Parque Nacional por causa de un accidente. Mi vecina y mejor amiga me dijo que fuera a descansar, y yo le respondí que no estaba cansada, que yo tenía 64 años, no 84. Mi ex–sapo también me dijo, que para qué iba a caminar más y le dije que yo iba sobre todo a chismear (porque él no entiende eso de hacer psicoanálisis). Cuando volví me pidió, como siempre, que le contara cuáles habían sido los chismes de hoy. Pero no pude contárselos porque la víctima de los chismes de hoy, su hermana, estaba sentada al lado de él.