viernes, 22 de febrero de 2008

Ayer, miércoles 20 de Febrero de 2008, recibí un mensaje de texto en mi celular TIM de mi hijito mayor donde escribía: “Mamá, definitivamente ¡Estás loca! Bueno, me voy a andar de bici”, como diciendo que iba a relajarse un poco andando en su bicicleta de 1200 euros porque nada lo dejaba más nervioso y tenso que mi indecisión. En mi caminata diaria por la bella Granja Comari con mi vecina y mejor amiga le mostré ese texto riéndome a carcajadas de que mi hijo fuese tan “norte-americano” y le diese a la vida un único valor: el valor monetario que se consigue trabajando como un loco día y noche de lunes a lunes. Más tarde comenté con mi hijo carioca (que continúa aquí para castigar a su mujer con su ausencia, esperando que ella le suplique que regrese prometiéndole que no lo va a fastidiar más diciéndole todo el tiempo que trabaje, que busque un trabajo, que si no encuentra trabajo que pinte la casa, que arregle esto o aquello) lo que nosotros tres, -mi hijo carioca, mi vecina y mejor amiga y yo-, consideramos más valioso de la vida que es disfrutarla lo más sencillamente posible, disfrutar sus pequeñeces gratuitas para lo cual se necesita un tiempo que el trabajo nos roba, y no entiendo pero me siento muy orgullosa de haber parido un líder innato de una extraordinaria personalidad y carácter como mi hijo mayor, serio, bravo, objetivo, honesto, tan diferente de mí y de mi hijo carioca, a pesar de que la diferencia de edad entre ellos es de apenas 7 años siendo que yo misma los crié a los dos, pero cuando estuve embarazada del primero yo era una máquina y 7 años después ya me había divorciado y estaba de nuevo embarazada pero de un hippie que le daba masajes mágicos en la columna tanto a mi mamá cuanto a los Beatles, no recuerdo si a todos o específicamente a alguno de ellos, lo leí en una revista que me regaló pues tuve que separarme de él justamente por ser herméticamente callado sobre todo durante las 5 horas en que practica yoga diariamente....

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno, hacia ya unos cuantos días que no leía tu diario, y la verdad es que me he reído un montón... Estoy de acuerdo con mi hermano mayor, estás chiflada!
Dile a mi hermano carioca que para salir del aeropuerto de Paris tiene que tener visado.
Tchaíto.