jueves, 7 de febrero de 2008

LA PAELLA



Me parece que ayer, miércoles de ceniza, 6 de Febrero de 2008, fue un día desperdiciado porque no hice nada, pero en Meu Primeiro Programa (de radio) escuché que “Un día desperdiciado es aquel en que no tenemos una buena risada (o damos una buena carcajada) y creo que mi hijo carioca no me dejó tocar teclado y cantar como me gusta hacer una hora cada día, ni me dejó escribir este diario, pues se ponía a contarme cuentos y más cuentos que en realidad eran historias y más historias o mejor dicho, chismes y más chismes sobre mil cosas, y en varios momentos me reí muchísimo. Para el almuerzo, que yo quería que fuese muy especial porque mi ex–sapo cumplía 51 años, traté de hacer una paella y estuve toda la mañana metida en la cocina y la hice pero quedó blanca y no como todas las paellas que me comí en la vida que eran rosadas, casi marrones. A mí me gustó muchísimo y no conseguía parar de comer mientras mi hijo carioca hablaba y hablaba a la hora del almuerzo pero mi ex–sapo se la tragó como un remedio y no repitió y dijo que esa “cachapa” habría quedado más sabrosa con más pescado. Pobrecito, estaba muy triste, creo que se sentía muy solo, sin nadie con quien hablar, ya que mi hijo le robó su interlocutora, además de que se siente muy mal porque soy yo quien está haciendo las compras de comida con mi dinero cuando es casi siempre él quien las hace con su dinero y entonces compra 5 litros de vino para bebérselos en un solo día (yo compré 2 ayer y nos bebimos solamente uno), y va a la carnicería donde yo ni siquiera entro porque me da nausea el olor, y compra un kilo de carne con bastante grasa y se come él solo todo el kilo de carne en dos sentadas... Voy a ver si hoy rezo para que le aparezca un buen cliente queriendo un servicio grande de herrería. Por ahora está trabajando gratuitamente como profesor de mi hijo carioca que tiene casi 30 años de edad. Me pregunto si mi hijo es o no es todavía un “loro viejo” de esos que no aprenden a hablar, que es lo que mi ex–sapo le repite a mi hijo a cada momento porque lo que fue él, aprendió herrería cuando tenía 14 años.

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