miércoles, 20 de febrero de 2008

...Y VIVA EL VINO

Lo mejor que me pasó ayer sábado 16 de Febrero de 2008 fue levantarme a las 4 de la mañana (como casi todos los días), subir aquí al segundo piso de mi casa, prender el computador (o la computadora como dicen en Venezuela), conectarme a la Internet, abrir mi caja de correos hotmail, ver que tenía un E-mail de mi hijita mayor y ... leerlo. Porque gracias a Dios mi hijita mayor y sus tres hijitos o hijitas porque uno o una está en su vientre, están bien y, sobre todo y por fin ¡FELICES!. Después en la noche cuando me conecté de nuevo a la Internet mi hermana me confirmó todo, que habían llegado a Sevilla a pasarse 15 días para descansar del frío y de los estresantes horarios estrictos de Barcelona, del humo del cigarro del abuelo y de los pelos de los dos Golden Retrievers que viven junto con ellos dentro del mismo apartamento. Pero el momento mágico de ayer fue cuando me desperté de mi siesta y fui a ver lo que Luis Vigilante (ayer Luis Albañil) había hecho mientras yo dormía, y casi me desmayo y lloro de emoción de ver el castillo para mis gallinas maravillosamente bello listo para recibir apenas su corona, es decir, el techo. Aunque me endeude, –cosa que no hago desde hace muchos años-, mañana compro las joyas de la corona. Después del momento mágico vino el momento ordinario. Mi hijito mayor me llamó por teléfono para decirme que si me enviaba 500 dólares comprados en cambio negro o paralelo, se me iba solamente en eso la mitad de todo lo que él me ha guardado en casi un año de mensualidades de mi jubilación o pensión de vieja. Entonces le prometí que el lunes (mañana) iría al banco a pedir un préstamo para comprar un pasaje a Manaus y de allí irme a Venezuela en autobús. Pero creo que mejor le mando otra "fe de vida" y continúo mi vidita sabrosa aquí donde no me falta nada gracias a que este pobre país no exporta petróleo sino uvas para hacer vino y tiene muchas vacas que dan muuuuuuuuucha leche.

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