viernes, 25 de enero de 2008

PODERES





Hoy, jueves 24 de Enero de 2008, estuve recordando hechos extraordinarios y misteriosos de mi vida. El más impresionante me sucedió cuando yo tenía 30 años. Yo estaba durmiendo la siesta cuando llegó mi suegra y me despertó y entonces le di las gracias por haberme despertado pues tenía una pesadilla. Ella me dijo que justamente por eso me había despertado pues se notaba que yo tenía una pesadilla. Entonces le conté que había soñado que su hijo estaba en la ventanilla de un banco y llenaba su maletín ejecutivo de billetes y como no cabían todos allí se los metía en los bolsillos del pantalón, de la camisa, del abrigo y aún así le pidió un sobre al cajero para meter el resto. Salía del banco y entraba en el banco vecino. Solamente eso. Mi suegra comentó que eso no era una pesadilla sino un sueño muy bueno. Y tres (3) días DESPUÉS sucedió exactamente igual como yo había soñado. Desde entonces cuando se ponía brava mi suegra me llamaba de bruja. Otro hecho fue cuando yo tenía 13 años y estudiaba interna en un colegio de monjas en Canadá. Mis coleguitas se la pasaban preguntándome la hora porque inmediatamente yo les respondía sin ver ningún reloj, la hora EXACTA. Con 42 años me sucedió lo que consideré un milagro de la Virgencita (madre de Jesús, el que nació hace 2008 años y no Jesús el marido de mi sobrina sevillana) a quien le ofrecí construir una capilla en la punta del cerro que subo todos los sábados, si parase el viento, una ventanía fortísima que había comenzado a las 10 de la noche siendo que ya eran las 2 de la madrugada y estaba quebrando todas las tejas debajo de las cuales estaba yo sola con 4 de mis hijos todos chiquitos, sin teléfono para llamar a los bomberos, sin electricidad, sin vecinos y en el instante en que terminé de decir eso, el viento paró. No sé por qué todas las brujas de todos los cuentos son viejas y narizonas, como soy ahora. Pero un día fui niña y hasta hice la Primera Comunión.

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