sábado, 29 de marzo de 2008

LA TRADUCCIÓN



Lo mejor que me sucedió ayer fue que, en la mañana, me arrodillé (como nunca hago) y recé mi primera oración del día que es la oración al Espíritu Santo y dura 4 minutos, preguntándole a Dios cómo haría para pagar todo lo que debo y, milagro, sin que yo las buscara, aparecieron dos ofertas de trabajo: una, cuidando aquí a mi ex –vecina “mãe de Santo” que no sé que edad tiene pero usa pañales geriátricos, hay que darle baño, la comida en la boca y solamente se viste con ropa blanca blanquísima y planchada. Le dije a mi vecino su hijo que solamente podría conversar con ellos sobre eso cuando se fueran las visitas que tengo ahora. La otra oferta de trabajo fue para traducir 38 mil palabras del inglés al español venezolano, un libro escrito por un libanés sobre el terrorismo. Para traducirlo al portugués el padre de mis dos hijos menores está cobrando 1500 dólares lo cual me parece poquísimo sobre todo tratándose de un tema tan escabroso. Mi vecina psico-analista me sugirió que hiciera la traducción del portugués, después que mi cuarto ex –marido la haga-, y no del inglés, lo cual me pareció una magnífica idea. Pero no está nada mal ganar eso en 15 días de trabajo (o en 30 a partir del inglés). Tratándose de un libanés debe ser una apología del terrorismo, pero eso me pasa por no haber rezado todo el rosario también de rodillas como me había propuesto. Además de la sugerencia, también fue muy bueno el pan casero que ella me regaló (mi única vecina Y amiga, porque solamente tengo 2 vecinos en frente de mi casa,ya que a los lados y por detrás lo que tengo son parques nacionales) después de nuestra caminata en la que nos divertimos mucho con los chismes sobre cómo nuestro vecino fue con la policía a rescatar a su madre que según él estaba secuestrada por la Miss Teresópolis 1970, interesada en administrar los mil dólares de pensión que la viejita “mãe de santo” recibe por mes, porque él "no si así es" no lo estaría....

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