jueves, 20 de marzo de 2008
LA COCINA
Ayer me sentí muchas veces como si estuviese en 2008 antes de Cristo y no de nuestra era de comunicaciones virtuales vía ondas, pues la tía de mi nieta-postiza, al igual que mi ex–vecina, también es “mãe de santo” (hechicera/curandera) y, cuando me desperté de mi siesta, mi ex–sapo estaba al pie de la cama esperando que me levantara para decirme que no me asustara, pero que era mejor que yo no fuese a la cocina porque había “bajado una entidad” en la tía de mi nieta-postiza. Le dije que lo sentía mucho pero que yo tenía que ir a la cocina a tomarme un café, pero que no se preocupara porque no me iba a meter con nadie. Y, efectivamente, al pasar por el salón para fiestas, la mujer, que en la mañana estaba toda seria y peinada con el cabello recogido bien estirado, estaba descalza y con el pelo alborotado hablando muy alto como si fuera un niño gago y decía que había que sacar de ese hospital a la chica en lo máximo dos días y llevarla a su centro espiritista allá en Río de Janeiro capital. Y por lo visto los padres de la chica van a hacer eso. Lo mejor que me sucedió hoy fue reírme muchísimo a carcajada plena al escuchar un chiste en mi programa de radio favorito esta mañana mientras hacía la gimnasia mía de cada día. Y durante todo el día, cada vez que me acordaba del chiste, no me aguantaba las ganas de reír. Lástima que sea para adultos porque si no, lo reproduciría aquí (pero debe estar en el link “veneno” del site http://www.primeiroprograma.com.br). A las 5 de la tarde me fui a caminar con mi vecina y ella me confesó que era espiritista y me contó varios casos que ella había presenciado de “entidades” que “bajaban”, pero que ella era de la línea blanca o elevada que no manda a hacer ni hace “despachos” como ese de las velas o de recibir “entidades” aunque crea en ellos. Pensándolo bien, mi vecina no puede ser más mi mejor amiga, ni debería ser mi psico-analista aunque continúe siendo una gran cocinera. ¿Y si ella anda botando polvos de parampampán en la comida que me regala? No sé que polvos serán esos pero mi primera suegra decía que yo se los había echado a su hijo, mi primer y único esposo.
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